Por orden del presidente Bush, Estados Unidos construirá una muralla de 150 kilómetros de largo en la zona más vulnerable de su frontera con México para frenar el paso de inmigrantes ilegales.
Todos los muros tienen historias amargas. Baste echarle un vistazo a la gran muralla china, edificada a lo largo de casi seis mil kilómetros, para mantener a raya a los bárbaros del norte, en particular aquellos temidos guerreros del desierto de Gobi.
Se dice que en su construcción murió un trabajador chino por cada metro de muro y que muchos cuerpos fueron incorporados en los materiales que se utilizaron, por lo que ese monumento histórico es el cementerio más largo del mundo, contendría los restos de seis millones de personas.
Otro muro fue el de Berlín, construido por la RDA en torno al perímetro que los aliados retuvieron en Berlín. Se le llamó el muro del odio, el muro de la vergüenza, hasta que se vino al suelo por el peso de la historia.
Un muro más reciente fue el que dispuso levantar el ex premier israelí, Ariel Sharon (hoy postrado por una enfermedad irreversible) en un sector para separar a poblaciones palestinas. Las condenas contra esta muralla se oyen en todas partes.
Y ahora, Estados Unidos se suma a las señales discriminatorias contra sus vecinos. Si seguimos levantando muros es que hemos aprendido muy poco de la historia. Con toda razón el ex presidente mexicano, Ernesto Zedillo, dijo que la iniciativa es una incongruencia después que Washington en el pasado reciente asumió como un éxito la caída de muros separatistas.
1 comment:
Impresionante lo que puede hacer la raza humana. Me parece una nueva tontera, esta idea de los gringos...pero de qué nos sorprendemos! el imperio puede hacer los que se le antoje.
Increíble la cantidad de muertos por la muralla china.
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