Friday, January 22, 2021

SOBRE PRIVILEGIOS Y «PRIVILEGIOS»

            
NIÑOS AL AIRE LIBRE, Pinterest.

T
enemos muchos privilegios. Por ejemplo el aire. No podríamos pasar muchos segundos sin henchir nuestros pulmones. El privilegio de la visión nos regala la luz del día. El don de la audición nos abre el alma a las vibraciones del silencio o a la música más refinada, otro privilegio. Si podemos correr al aire libre, abrir los brazos, respirar hondo y elevar la vista al cielo, somos unos privilegiados. 
                 Pero, hay otros privilegios, que hemos creado nosotros, que me revuelven las tripas, son los privilegios como se entienden en la cultura: el camino más corto, el atajo, la puerta lateral, los estacionamientos reservados, el palco principal. Los privilegios son, en el fondo, derechos sin fundamento. El que usa estas ventajas pasa por encima de todos los demás, abusa. Los privilegios crean ciudadanos de primera y de segunda clase. 
                  Por esta creación de privilegios reservados el mundo está con una rara ira contenida. Porque generan desigualdades y establecen una división invisibles y odiosa entre las personas. Una nueva constitución política deberá borrar desde la raíz todo privilegio creado “a la maleta”.

Tuesday, January 12, 2021

ESTAR AL DÍA ES INNATURAL

Foto tomada de internet.
      
       En un nivel profesional mantenerse informado de la realidad, estar al día, es una exigencia social, imprescindible para un encuentro con otros. Otorga un tipo de autoridad y estatus. Si la persona informada conoce detalles de eso de que habla y es capaz de relacionarlos con otros hechos actuales, cuanto más respetada puede llegar a ser. Pero, aparte de eso, no brinda nada más.

       Esta necesidad de que la gente estuviera al día, la satisfizo el periodismo y, mucho más tarde, su hermana defectuosa, la farándula. Ambos hallaron su nicho en ese vacío. A su sombra nacieron los medios. El concepto estar al día da para más, pero, mejor analicemos.

         Desde las profundidades de los tiempos y hasta hace apenas dos siglos, el ser humano no sabía eso de estar al día. Vivía la vida plena con sus limitaciones, sin estar informado. Hará unos mil años alejadas comunidades en China sabían que el soberano de Pekín era fulano de tal. Si lo derrocaban, lo sabrían 30 años después, justo cuando el soberano golpista había muerto. Y no pasaba nada. Los incas sabían lo que ocurría en los confines del imperio gracias a la información que le traían los chasquis después de recorrer por meses el territorio. Los hechos acaecidos en las colonias americanas y los edictos del rey en Europa se sabían con tres o cuatro meses de diferencia.

        Resumo, el ser humano nunca estuvo al día. Concluyo, pues, que tal añadido de nuestra cultura tecnológica, es innatural.

        Conocí a personas que se esforzaban por estar al día, que sufrían porque otros sabían del presente aún más. Una tortura, puesto que los hechos cambian constantemente. Lo que sabes hoy mañana ya estará obsoleto. La actualidad es una rueda que va por una pendiente sin detenerse. Ir a su ritmo todo el tiempo es agotador. Conocí a un gran amigo que se enfermó tratando de ir a la rapidez de la actualidad, el pobre entró en depresión, de la que logró salir harto tiempo después, otra prueba de mi postura sobre este absurdo.

        Dijimos más arriba que los medios se fortalecieron a la sombra del periodismo. Finalmente son los medios los que nos imponen la actualidad, una actualidad que construyen ellos según sus intereses o su ideología.  

      Se puede vivir sin estar informado de la actualidad, nadie ha muerto por eso. Tengo la convicción que es más provechoso para el espíritu estar al día con los contenidos de la literatura, la filosofía, el arte o la historia en vez que de aquello que publican los diarios a su antojo.