Tuesday, April 28, 2020

EL MARCO ES EL CENTRO DE LA OBRA

               
         Lo importante es el fondo no la forma, dicen algunos cabezones₁. Sin embargo, este enunciado es un error peligroso. Si llevamos, por ejemplo, la afirmación al terreno de la pintura, diríamos que la Mona Lisa (foto) pintada por Da Vinci  vale igual con o sin el marco. Es decir, si usted la saca del marco y pone esa tela famosísima a la venta en algún puesto de la feria, ¿su valor permanecerá exáctamente el mismo? No, no es tan así por lo que veremos.
              Jacques Derrida₂, el filósofo argelino-francés pone al marco de la obra en el centro de su estudio, no en la periferia. Y cita el caso de una aspiradora doméstica que en las tiendas cuesta 40 dólares, mientras que una copia igual pero desplegada en medio de un salón del MoMA de Nueva York tiene un valor incalculable. Vea Ud., lo que significa el marco que es el museo mismo. Y si vamos a nuestro ejemplo de la Mona Lisa, su marco no es sólo el bastidor de madera que la rodea sino todo el Louvre.
            Podemos llevar este ejemplo a otras situaciones de nuestras vidas, que en mi caso he experimentado a lo menos un par de veces:             Un jefe se me acercó para entablar conversación, a propósito de que yo estaba solicitando una audiencia con él. Y ahí mismo en el pasillo me preguntó que de qué se trataba mi asunto. Obvio, un tema de remuneraciones. Y mientras ambos caminábamos por ahí, me dijo que atendería mi pedido pero en función de las realidades. Estábamos más o menos de acuerdo en el fondo, o sea los números, pero estábamos muy mal en la forma: mi asunto urgente el jefe lo abordó en el pasillo, no en su oficina, donde correspondía. En este caso, el marco ausente era la formalidad de la oficina de la jefatura, no el pasillo. Por eso después lo tuve que corretear meses para que se cordara de lo que habíamos hablado informalmente.
          Cuando usted esté en una situación parecida pídale a su jefe que el asunto lo vean en la oficina formal, ahí sí que adquieren valor los acuerdos. La oficina es el marco, lo importante.
---------
₁ La palabra cabezón es un decir vulgar para significar a alguien que se supone inteligente.

₂ Derrida, Jacques (1930-2004) 
"De La Gramatología"

Sunday, April 26, 2020

EL TERCER ESTADO DE LA VIDA

       
 La ciencia médica habla del ciclo sueño-vigilia para significar los dos estados en que nos desenvolvemos en la vida. La vigilia es estar despierto y en alguna actividad; el estado de sueño es el descanso reparador.  De acuerdo con esta clasificación, usted amigo lector, es o lo uno o lo otro: dormido o despierto. Pero...
         Aquí viene mi crítica a esta estandarización. No sólo son estos dos estados. Hay un tercero: el insomnio que no es estar despierto al cien por ciento aunque tengamos los ojos abiertos. Es un estado intermedio. Cuando uno no duerme bien en las noches y esto se repite, la ciencia médica habla de desorden del sueño, no dice que sea un tercer estado.
          El insomnio es estar en la nada, en el limbo, fuera del tiempo. Es permanecer dentro de una esfera gris oscura donde cada segundo avanza en cámara lenta. El filósofo rumano Emile Ciorán dijo que para él el insomnio era la conciencia absoluta de la marcha del tiempo. «...sólo existes tú junto al silencio y la nada. [...] esa soledad absoluta pide un interlocutor: y cuando hablo de Dios es sólo como un interlocutor en plena noche»₁.
       Lo anterior es una descripción del hecho propiamente, el insomnio. Pero, veamos el caso por dentro. Durante ese estado se nos vienen encima muchos pensamientos, como un viaje a través del espectro desde el ultravioleta al infrarrojo. Y entre ellos vienen los problemas que saltan a la palestra. Y he aquí que por lo general elegimos uno. Lo analizamos, deconstruimos, lo miramos al revés, de arriba abajo y viceversa, al trasluz. Y, claro, en medio de la noche hallamos las soluciones. Uno dice, cómo no se me había ocurrido antes. Problema resuelto, mañana mismo aplico esa idea para resolverlo, nos decimos. Pero, surge un problemita...
           Cuando al día siguiente recordamos la solución ideada, nos damos cuenta que es impracticable. O sea, téngase presente que el insomnio tampoco ayuda, es una tortura. Pero, aceptémoslo como parte de la vida, porque en esta vida vivimos en 3 estados: vigilia, sueño e insomnio.
----- 
₁ E. Ciorán (1911-1995) tenía una idea de Dios, pero confesó siempre carecer de una disposición natural para la fe.

Sunday, April 19, 2020

UN TARJETERO GUARDADO


          Dado el tiempo que dispongo por la cuarentena debido a la peste que recorre el planeta, reviso mis archivos. Encuentro cosas curiosas, por ejemplo un tarjetero. Hay nombres y direcciones que seguramente ya no valen. Como ha pasado un buen rato, más de 30 años, creo poder contar algunos detalles. Las tarjetas de presentación son o fueron de personas que conocí y con las que interactué por corto tiempo aquí y allá en el contexto de asuntos de trabajo. Abro el tarjetero, lo recorro con la mirada y vienen a mi memoria rostros y situaciones. Resumo algunos:

JORGE GESTOSO, anchor (locutor), CNN Atlanta. Me dice, “tienes que reportear muy bien las elecciones presidenciales en Chile, ir a lugares interesantes, ver donde vota la gente políticamente importante”. Pretendió una clase de reporteo, un poco desubicado Jorge, porque yo era un reportero con harta calle, quizá con más calle que él (vea usted amigo lector que no me libro del mal de egos). Debió ser porque CNN quería mi concurso para esa elección. Acartonado Gestoso, de procedencia uruguaya, elegante eso sí,  bueno para las entrevistas. Pero, su rostro en pantalla nunca trasuntó ni una emoción. Fue el autor de un cliché con el que cerraba el noticiario de CNN en castellano: “Así es como está el mundo”. Y me extendió su tarjeta personal, ahí la tengo en estos archivos.

STEVEN BONICA, vicepresidente de Panasonic, Nueva Jersey. Ingeniero neoyorkino con vínculos comerciales y políticos. Un gordo inmenso. Tuve 2 reuniones con él en Nueva York relacionadas con la compra de equipos para Megavisión. Ambas se realizaron en el sitio que él eligió, restaurantes. Nunca almorcé mejor en Manhatan. En el primero, carnes asadas; en el segundo pastas. Jamás pescó el contenido de lo que conversamos, se concentraba nada más que en el manejo del tenedor. Gracias Steven. Él hizo aportes de importancia a la instauración de la tv de alta definición en NY, ocupó además un puesto gerencial en NBC y nos trató bien en la compra de equipos técnicos para echar a andar Megavisión.

WES STURR, director de noticias del canal K2 (K-two) de Casper, Wyoming. Nos estaba esperando ese mediodía en terminal aéreo de la ciudad, el que a pesar de ser tan campestre tenía el añadido “Casper Internacional Airport”. No era más grande que Balmaceda de Coyhaique. Habíamos llegado para una visita profesional a K2 con otros cuatro periodistas de distintos países. Nos llevaron en un vuelo particular, por lo que en el terminal no había pasajeros. Y en esa soledad estaba Wes, bajito, simpático repartiendo abrazos de bienvenida. En voz baja y sin dejar de sonreír me dijo casi al oído y con tono cómplice: “la noticia de la llegada de ustedes ya salió al aire, la produje antes de venir para acá y antes de que el avión aterrizara”. Tragué saliva, alguna vez en Concepción con otros periodistas hicimos lo mismo, redactar por adelantado una situación que todavía no era un hecho. Un mal provinciano también disperso en Estados Unidos. (Te perdono Wes, tú querías recibirnos cariñosamente, brindándonos importancia y por eso arriesgaste la noticia sin confirmarla; gracias igual).

CARL POSEY, escritor independiente vinculado a Time-Life.
Trabajamos juntos aquí en Chile para el Observatorio de Cerro Tololo. Simpático, gran amigo. No hablaba castellano, a pesar que creo que se hacía el que no sabía. Años después en que cada cual se fue por su lado, me envió un libro de su autoría: “Bushmaster Fall”, en la que uno de los personajes de ficción al que él le puso mi apellido era el peor de los villanos en Bolivia. Posey es además un buen dibujante de comics con unos cuentos súper sardónicos. El dibujito que acompaña este texto lo hizo él. Saludos Carl si lees esto.

PATRICIA AKKAD, una mujer de la sociedad de Los Ángeles, Ca.
contratada por el gobierno, para atender a tres periodistas internacionales, entre ellos, yo. Usaba el apellido de su esposo, un norteamericano de ascendencia libanesa. Patricia era fanánica de los caballos: saltos, steeplechase, polo, en duro, etc. Todo lo que fuera ecuestre le encantaba. Nos narró su experiencia en El Líbano, cuando visitó a la familia de su marido. “Los libaneses son muy buenas personas, es gente muy sencilla. La casa donde nos alojamos tenía piso de tierra”. Eso debió ser incómodo para una mujer conspicua que provenía del rutilante Hollywood, donde tenía residencia.

PALOMA ROALES-NIETO, amiga de Patricia, española, nunca
entendí la razón de su asistencia a nuestra reunión en Los Ángeles, seguramente por el castellano, para que nos sintiéramos cómodos. Paloma era más joven y dijo estar llena de proyectos no de trabajo, sino de vacaciones. Nos contó que al día siguiente viajaría por una semana a un resort en Cabo San Lucas, en la baja California. Hablaba con la tupé de una madrileña segura de sí misma por su aspecto y una buena billetera. Sin embargo, no tenía tarjeta, así que escribió sus coordenadas en la esquina del papel de una agenda. Saludos Paloma si llegaras a leer esto.

VLADIMIR A. EVSTIGNEEV, comentarista de Radio Moscú. Nos hizo un par de notas miceláneas de la capital de Rusia para Megavisión. Un día aterrizó en Chile nada más que para cobrar sus servicios. Cuando le pedí que hiciera algo más noticioso, más contingente me respondió medio asustado: “hombre, no puedo, tú no conoces a mis jefaturas. En mi país eso es muy complicado. Ni te imaginas lo que me podría pasar si la jefatura me sorprende en eso”. Desde aquel mismo día no le compramos más notas desde Rusia. Vladimir era un hombre rudo pero que evidenciaba un temor sin límites disfrazado de respeto hacia sus mandamases. Insoportable era oírlo hablar por mucho rato porque arrastraba las erres.

GERARDO PALLARES, productor senior de Canal 54, en Sunset
Boulevard, Los Ángeles, Ca. Qué tipo más agradable. Era una persona mayor, delgado, respetable. Tuvo la gentileza de mostrarme su canal que transmitía programación orientada a público latino. Como en Chile recién nacía Megavisión y yo tenía algo que ver en eso, le pedí a Gerardo una idea para ganar audiencias. Me dijo como él lo había hecho con buenos resultados: “Instálate en una plaza de Santiago, pon allí tus camiones para transmitir en forma directa y arma un fiestón, una gran fiesta con artistas conocidos y espacios para bailar. Te aseguro que eso funciona. Verás como la gente te va a querer y seguirá tus emisones”. Años más tarde supe que Pallares se había retirado de la actividad.

DAN BRADLEY, editor de noticias TV8, Tampa, Florida. Dos días pasé en Tampa para conocer este canal de televisión, porque se nos dijo que era exitoso y parecía serlo. Bradley me atendió muy bien y me dio
luces de cómo ellos hacían los noticiarios. Él se instaló en esa ciudad ribereña del Golfo de México atraído por el clima. Provenía del estado de Montana. “No volveré nunca más a mi tierra, aquí estoy feliz. Trabajo en las mañanas y en la tarde me voy a pescar en mi lancha. Detesto el invierno”. Y en eso le contradije: “Pero, una buena cancha de esquí, harta nieve, un parador no anda mal”. Me miró con las cejas fruncidas y me respondió: “No, no, no. Mándame una postal”. 
       El primer día me dio su tarjeta de presentación con una recomendación manuscrita al reverso: “Bern's Steak, caro; Shell's Seafood, barato; Colonade Seafood, razonable”. Fue un dato práctico cuando uno no sabe dónde ir a comer, en una ciudad desconocida. Gracias Dan.

MARÍA CARRABIS, ejecutiva de marketing, Cesars Palace, Las Vegas. Me recibió en su oficina detrás del mesón de recepción que
queda al fondo de las máquinas tragamonedas de juego ingresando al hotel desde la entrada que da a Las Vegas Boulevard. ¿Qué hacía yo allí? Asistir a la exposición anual de la NAB, una muestra de tecnología de televisión y comunicaciones. Mi encuentro con María fue corto, formal, intercambio de tarjetas de presentación. “Sea usted bienvenido. Cuidese de las tentaciones de esta ciudad. No tenga miedo, acá no pasan esas cosas que uno ve en las películas. Juegue, apueste y gane mucho dinero”. Esa fue la despedida. ¿Se cumplió su último deseo para conmigo? Al revés.