Tuesday, July 26, 2022

FILÓSOFOS DE LO COTIDIANO


          Como que apabullan esas ciencias sociales que se escriben con mayúscula Historia, Filosofía, Sociología, Política, Economía por ejemplo. Una vez oí a alguien decir que nadie podría comprender ese campo científico sin haber leído antes a Max Weber. Para cualquier persona común y corriente Max Weber resulta ser un autor muy abstracto –medio aburrido también– y que, sin embargo, tiene sus seguidores. Pero, mi asunto no es ése, sino las mayúsculas que reverencian a esas ciencias.
          La Filosofía con altas, lleva nuestra mente a autores como Sócrates, Platón, Hegel y tantos otros o a contenidos como metafísica, logos, fenomenología, etc. Y si la cuestión es Historia, nos remitimos automáticamente al imperio romano, el cristianismo, las guerras médicas, los conflictos mundiales, las guerras napoleónicas, la conquista de América, etc.
         Sin embargo, y aquí subrayo y doy énfasis a la historia cotidiana, la que no significa un cambio en el destino de la humanidad, sino que es la sal y pimienta de eso que vemos todos los días. Esta historia no va con mayúscula, pero exige ir en plural. Tantos personajes humildes que han pasado cerca o lejos de nosotros que han hecho cosas y que le dieron sentido a las vidas de los demás. Su valentía, su entrega, su valor, su optimismo fundado queda, no se pierde. Esas gentes están en la historia aunque nunca tendrán un monumento. Por ellas me quito el sombrero.
        Con la filosofía pasa lo mismo. Cuántas soluciones a problemas filosóficos profundos hemos visto y oído de personas simples «nunca perdamos la esperanza», por ejemplo. Cómo enfrentar una desgracia «seguir adelante con la fuerza del espíritu»; cómo justificar apariciones «son fenómenos a los que no hay que buscarles explicación»; cómo ahondar la fe «solamente hay que rogar por ella como un don». Ellos son filósofos del diario vivir. Sobre estas personas anónimas debemos escribir ojalá con nombres y apellidos y registrar lo bueno que de ellos y ellas hemos aprendido en la vida... 
  

Wednesday, July 20, 2022

EL SENTIDO DE LA VIDA

ESCENA DE LA II GUERRA  MUNDIAL, 1945.
          Hay gente que con razón se pregunta por el sentido de la vida. Porque no hallan que tenga para ellos un significado. Se trata ésta de una postura negativa, cargada de un pesimismo no recomendable. Sin embargo, hemos dicho que tienen razón, por lo que conviene interpretar esto.

        Veamos, a modo de ejemplo, esos dos acontecimiento que hicieron temblar al mundo en el siglo XX: las dos guerras mundiales. Los muertos fueron alrededor de 50 millones sólo en la segunda. Para terminar la pesadilla una de las partes que combatió (los Aliados) tuvo que vencer a la otra parte (los Nazis). Lograr vencer tuvo sentido. Inmediatamente después para consolidar el fin de esta lacra, hubo que radactar y firmar acuerdos. Y el sentido en este segundo caso fue asegurar una especie de «nunca más».

         En aras de la brevedad, vamos a nuestros días. Un guerra convencional estalló en Europa. Rusia invadió Ucrania. Balazos, bombazos, misilazos, cañonazos, muertos, heridos, prisioneros. Dolor. Y aquí volvemos al inicio de esta nota: ¿Qué sentido tuvo haber alcanzado eso que se acordó al final de la guerra del siglo XX si estamos ahora en la misma situación?

         El escritor y filósofo pesimista Emil Ciorán (1911-1995) planteó que en el ser humano existe un vacío de sentido, que la vida no conduce a ninguna parte. Sin embargo, mi respuesta a esa posición algo descocada es: el sentido se halla en la civilización, en la altura del intelecto, en los logros de la humanidad por encima de la falta de grandeza; en la derrota de la estupidez.

Tuesday, July 12, 2022

SE ENCIENDE LA LUZ


          Este 12 de julio de 2022 fue un día histórico para la ciencia y para la humanidad, porque se dio a conocer la primera fotografía oficial captada por el nuevo telescopio espacial James Webb, a la izquierda. La imagen a color sobre fondo negro muestra una infinidad de galaxias formadas cuando el universo aún era un bebé. Tomar la foto significó exponer los espejos en dirección de ese punto del cielo durante 12 horas. Con los antiguos instrumentos del otro telescopio orbital Hubble, se podían ver en ese mismo lugar del cielo algunos objetos como iluminados por una vela. Pero, con el Webb se prendió la luz eléctrica en esa pieza en penumbras y aparecieron muchas cosas más perfectamente definidas. Por eso el día 12 fue histórico, porque comienza una nueva era en las observaciones del universo que comprobarán o eliminarán teorías construidas para intentar explicar todo eso.         

      La foto de la derecha (arriba), captada por Hubble, data de 1995 y significó destinar 14 noches de observación para conseguirla. La tomó el director del telescopio de entonces, Dr. Robert Williams, a quien tuve la ocasión de conocer y conversé con él muchas veces sobre esa imagen. Me explicó que para hacerla apuntó el equipo a una zona oscura del cielo, cuya superficie era tan pequeña como la cabeza de un alfiler. Al término de la larga observación aparecieron todas esas galaxias, Durante 27 años, la foto fue considerada como la más lejana jamás tomada... pero le llegó su hora.

         Si usted compara ambas imágenes, el encuadre es el mismo sobre la idéntica y milimétrica zona del cielo. Por lo que el progreso de la visión gracias al Webb es evidente y notable. La foto corresponde al campo de la longitud de las ondas de radio del campo electromagnético.

        Estamos maravillados por el desarrollo de la ciencia en esta área en particular. Y sin duda veremos todavía más belleza, esto está recién empezando. Sin embargo, estimo --y lo digo en primera persona-- que en momentos de satisfacción como éstos, en que se nos develan mundos desconocidos, no deberíamos olvidar al Creador de ese espacio-tiempo y esos objetos exóticos, luminosos, hermosos e inalcanzables que nos deslumbran así como todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos.

 

Monday, July 11, 2022

LOS LIBROS VUELAN, SUS AUTORES NO

          Tal vez no sea una buena idea conocer en persona al autor o la autora de los libros o textos que nos producen agrado. Es mejor quedarse con eso que está escrito, con las oraciones, la polifonía de las palabra empleadas, los contenidos que nos evocan, que nos brindan placer. Porque el texto adquiere peso por sí mismo, se desprende de la persona del autor y reside mucho más en el lector que lo interpreta. Mejor usted no se esfuerce en conocer a los autores porque se puede desilusionar.

ANATOLE FRANCE
           Sobre este asunto se ha escrito mucho. Pero, mejor veamos un ejemplo que extraigo de la ficción, del segundo libro contenido en la hermosa obra «En Busca del Tiempo Perdido», de Marcel Proust. El tomo al que aludo es «A la Sombra de las Muchachas en Flor». Aquí, Marcel, el protagonista adolescente, confiesa su admiración por los libros escritos por Bergotte, su autor favorito dentro de la trama de la novela. Sin embargo, cuando lo conoció en persona, Bergotte no era ni la sombra de como él se lo había imaginado. Siempre creyó que era un viejo sabio y resultó que no, que era joven, pretencioso y de aspecto vulgar.

         Sobre este pasaje desalentador en la vida de Marcel, éste piensa mientras lo observa: «Inmediatamente sus libros comenzaron a decaer en mi opinión arrastrando en su caída todos los valores de lo Bello, del Universo y de la Vida, hasta quedar reducidos a la categoría de mediocre diversión del hombre de la perilla (Bergotte)».

       Es cierto que después el escritor ficticio recupera su estampa creadora, pero la primera impresión devastó los pensamientos del joven Marcel. Con posterioridad se ha dicho que el modelo que siguió Proust para crear a su exitoso, agudo y a veces prosaico escritor de ficción, fue en la realidad el escritor francés Anatole France.

      Parece cierto: no conozca al narrador.

Sunday, July 10, 2022

CERREMOS LOS OJOS

NIÑO CON los ojos tapados, foto tomada de 3.bp.blogspot.com

          José, uno de los niños de mi barrio, tenía un juego para combatir el aburrimiento en las noches de invierno. Nos agrupaba a varios en su casa y nos decía, vamos a ver una película de cowboys. Curioso si entonces no había televisión, ni internet ni reproductor de videos. Para ver una película no quedaba otra que ir al cine. Pero, no, José nos invitaba a que viéramos ahí mismo una película de acción. Estábamos todos sentados, unos en sillas otros directamente en el piso. Ya puh, veamos la película...

         Bien, decía, él, ahora vamos a empezar. Lo primero, tápense los ojos, es como cuando se apaga la luz en el teatro. Mantengan los ojos bien cerrados. Ya, ahí vienen los caballos con los jinetes galopando por el campo. Los indios están escondidos, a puntos de salir a su encuentro. Oh, empieza los balazos. Cuidado, al suelo, los balazos. El jovencito está herido, una flecha en el brazo... Oh... oh... 

          Y así transcurría la película de José. Por más emoción que él pusiera a su relato y más gritos de sorpresa, a los pocos minutos, nos aburría la pelicula, abríamos los ojos y decíamos qué fome.

          Sin embargo, cerrar los ojos permite ver, pero no una película como nos decía José sino imágenes forjadas por cada uno, por una experiencia, por una visión previa. «Cuando quiera verte cerraré los ojos, Solveig», dice Daniel Belmar a dos líneas del final de su novela, para subrayar la profunda melancolía por haberla perdido. Pero, la tenía en la memoria, bastaba cerrar los ojos para verla una y otra vez.

           Por otra parte, Roland Barthes dice que la mejor forma para ver bien una fotografía es cerrando los ojos. Y Franz Kafka agregaba: «Fotografiamos cosas para ahuyentarlas del espíritu. Mis cuentos son una forma de cerrar los ojos».    

Friday, July 08, 2022

TAMPOCO HAY PAZ EN LOS OCÉANOS

TRES DIBUJOS de Nemo y su obra: arriba a la izquierda, su fabulosa biblioteca en el submarino; a la derecha el puesto de gobierno del sumergible y abajo la silueta del Nautilus imaginada por un dibujante.
         Tropecé con el capitán Nemo y me quedé pegado en la lectura, respecto de la vida de un hombre extraño que decidió cortar todos los lazos con la civilización; y para estar lo más lejos posible del bullicio se construyó un submarino, el Nautilus, y se fue a tomar unas largas vacaciones viajando por el fondo del mar. La literatura de ficción del siglo XIX nos contaba estos relatos fantásticos. Así definía Nemo el entorno en el que se hallaba su sumergible: «El hábitat del mar es puro y sano, es el inmenso desierto donde el hombre nunca está solo, porque la vida se agita a su alrededor. El mar no es más que el vehículo de una existencia sobrenatural y prodigiosa; no es más que movimiento y amor; es el infinito viviente, como lo dijo un poeta».

          «En el mar reside la suprema tranquilidad; el mar no pertenece a los déspotas; en su superficie pueden éstos ejercer derechos inicuos, batirse, devorarse y desencadenar todos los horrores terrestres, pero bajo el nivel desaparece su influencia y acaba su poderío. ¡Vivid en el seno de los mares! ¡Aquí está la independencia, en ellos no reconozco amos; en ellos soy libre!».

         En ambos segmentos encomillados está la definición de Nemo, hecha por él mismo, un hombre excéntrico pero no loco. El Nautilus navegaba bajo la superficie por todos los mares del planeta exhibiéndole a su capitán todas las bellezas subacuáticas, el sitio donde él encontraba la paz. El buque era absolutamente autosuficiente para desplazarse gracias a la energía eléctrica y el mar proveía todo lo necesario para alimentar y vestir a la tripulación. Nemo dotó a su buque de una gigantesca biblioteca de doce mil volúmenes en muchos idiomas y una vasta sala de exposición de piezas de arte, pinturas, esculturas y objetos conseguidos en el fondo del mar. Y como si fuera poco, disponía de una enorme ventana que le permitía disfrutar de los paisajes submarinos...

         No sigamos con el cuento. ¿Cómo estaría hoy en día de frustado el capitán Nemo, con los mares contaminados de petróleo y basura plástica por todas partes? Tampoco sería para él un sitio de tranquilidad, con el ruido multiplicado por la densidad del agua, de otros buques navegando en todas direcciones, con motores gigantescos, megacontenedores, submarinos nucleares, portaaviones, flotas pesqueras, buques factoría, plaformas petroleras. Sin duda el fondo del mar debe recibir todos ese ruido multiplicado varias veces.

            Ya no hay paz ni siquiera en lo más profundo de los océanos.

EL SALÓN DEL NAUTILUS, destinado a las obras de arte y la música. Al fondo, un piano-órgano, donde Nemo pasaba algunas horas tocando.

NEMO exhibe los planos de su submarino, ideado, proyectado y construido por él.

LA VENTANA del Nautilus a través de la cual los viajeros podían contemplar las maravillas del fondo del mar.

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«Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino», Julio Verne, 1870. 

Se dice que el capitán Nemo sería el mismo autor, Julio Verne.

Las ilustraciones muy bien logradas serían del dibujante Hilbrand y algún otro.

 

Wednesday, July 06, 2022

LOS MARCIANOS NO ESTÁN DESCARTADOS

UNA COLONIA HUMANA en Marte, según una concepción artística de SpaceX.
          Starship es un cohete espacial gigantesco, en fase de prueba de funcionamiento, capaz de transportar 100 toneladas, según dice su fabricante SpaceX en combinación con NASA. Starship es reutilizable y es más grande y más potente que ningún cohete jamás construido. Si funciona, como afirman, podría ser la herramienta maestra para la futura colonización de planetas y lunas del sistema solar.

         Pero, primero habrá que probar la fuerza de los motores, llamados raptor, que deberán acelerar todo ese peso hasta alcanzar la velocidad de escape de la tierra que es de 42.800 kilómetros por hora. Eso parece una pesadilla, pero los constructores confían. Y tienen un plan bien curioso para suplir el consumo de combustible que significará llevar esa carga al espacio. Paralelamente enviarán otro starship con el metano y el oxígeno necesario para reabastecer al starship 1 en órbita y así seguir adelante con el viaje a otros planetas, Marte el primero.

         El cohete 1 llevará las provisiones indispensables para aterrizar en Marte: equipos, maquinarias, elementos de construcción, etc. Las tripulaciones humanas viajarán después, cuando ya haya material suficiente para trabajar con seguridad... Pero, éste es un asunto relevante: brindarle a los astronautas plena confianza que no habrá amenazas.

         
          Para terminar, me detengo en este punto. El proyecto de colonización de Marte exige antes que todo, investigar la ausencia total de vida indígena en el planeta, esto es si hay o no hay marcianos que atenten contra los recién llegados. Parece un chiste, pero a pesar de todas las observaciones desde el espacio y desde suelo marciano realizadas por los rovers, la ciencia aún teme que pueda haber seres alienígenas inamistosos en el planeta rojo.  
 

Friday, July 01, 2022

LA MÚSICA EN LAS RELIGIONES

San Agustín en su gabinete.1480. 
Sandro Botticelli. Iglesia de Ognissanti,
Florencia. 
Web Agustinos Recoletos.

       Los deleites del oído están muy bien expresados por San Agustín en su libro Las Confesiones, en el capítulo 33 de la segunda parte. Refiere Agustín a las cánticos religiosos que él oía y seguía con gusto en el templo. Hasta que meditando por la causa de esta atracción, razonó que no era lo correcto porque significaba, según su sentir, que se anteponía más el amor por el arte que por los contenidos espirituales de los himnos. 

       Un comentario al pie de la página del libro dice textual: «Por este tiempo era ya Agustín tan delicado de conciencia que se acusaba de que la emoción artística del canto en el templo se sobrepusiera a veces en él a la considerción del texto sagrado. Por eso no se atrevía a abrirle de par en par las puertas de su alma a los cánticos eclesiásticos».

         Admite finalmente Agustín sobre esto que «peco de excesiva severidad». Pero, al mismo tiempo dice que recuerda haberle oído a Atanasio, obispo de Alejandría, «que hacía pronunciar los salmos al lector con tan ligera inflexión de la voz que más parecía recitarlos que cantarlos». El santo temía que la buena música pudiera engañar a sus oídos por lo agradable y desviar su mente del verdadero sentido de los versos espirituales contenido en las letras.