Monday, November 21, 2016

EL PERFECTO SÍMBOLO DEL INFINITO


Amigos lectores, tropecé con este interesante artículo en la revista The Economist, lo traduje del inglés y lo entrego para su deleite, sin el permiso de la revista, por cierto,  sorry...


Hay cosas que usamos todos los días sin preocuparnos de quién las creó. Tomemos, a modo de ejemplo, los símbolos matemáticos. El signo “+” (más) quien primero lo usó fue Nicole Oresme en 1360, el “x” (por) por William Oughtred en 1618, y el “÷” (dividido por) por Johann Rann en 1659. Sin embargo, el mejor de todos, el “” (infinito), apareció en 1655. Los seres humanos han dedicado siglos tratando de entender el infinito, y en su “Tratado de Secciones Cónicas”, el matemático inglés  John Wallis presentó un símbolo que lo expresa magníficamente. Para mi es la mejor pieza gráfica jamás diseñada. Decir algo de forma complicada es muy fácil. Pero, encontrar una manera de expresarlo de modo simple cuesta mucho trabajo.
Como diseñador me levanto todos los días con la esperanza de tener una buena idea, que sea útil. Pero, también deseo poder comunicar y compartir esa idea, esa visión. Para hacerlo necesito encontrar la mayor claridad de lenguaje visual que me sea posible. Si me quedo pegado en un lenguaje que puedan comprender doce personas, sugiere que no me importa si el resto lo entiende o no. Eso es elitista. El genio de Wallis fue escoger un símbolo el cual, con su forma sin final, está tan claramente relacionado al concepto, que todos están dispuestos a usarlo. Los signos matemáticos forman nuestro único lenguaje universal. Es por eso que si me preguntaran si hay algo que ojalá hubiera diseñado es eso.
Tengo una relación especial con ese tipo de símbolos, pero no porque sea bueno para las matemáticas. Fui un desadaptado total en el colegio. Me lo pasaba diseñando desde los seis o siete años, durante los días libres o para matar el aburrimiento, comencé a hacer mis propios autos de juguete. Eran lindos y funcionaban. Pero, en el colegio, me sentía como encarcelado y no aprendí nada. Me lo pasé dibujando atrás en la sala. A los diez o doce años diseñé una sala para torturar a mis profesores. Eso era demasiado avanzado para mi edad. Así que al final llegué a una transacción. Si estaba de acuerdo en permanecer tranquilo, el colegio me autorizaba a dibujar.
Sin embargo, tarde llegué a entender el valor que las matemáticas tenían para mí y mi íntima relación con ella. Soy algo autista y me gusta mucho la gente autista, algunas veces hallo que es más fácil comunicar con colores o con símbolos que con palabras. Para mí, los signos de las matemáticas constituyen un set de metáforas visuales para sentimientos.  ±” es un signo que transmite que hay dos posibilidades diferentes que son igualmente válidas, un símbolo de incertidumbre. “” se refiere al conflicto que tenemos con nosotros mismos por tratar de entender más y más. Y cuando estoy diseñando algo, digo que lo primero es ir a la “”, la raíz cuadra del problema: el sentimiento que debo meterme en la esencia del asunto, desde el cual poder construir. La meta es siempre transmitir una idea de la manera más pura que pueda. Por eso admiro el símbolo de Wallis. Cuando él introdujo el signo para expresar el infinito, consiguió además el propósito al que todo buen diseño debería apuntar: la elegancia.
PHILIPPE STARCK, autor de esta nota, es inventor, diseñador y arquitecto de nacionalidad francesa.

Saturday, July 30, 2016

EMOCIONES EN LA GALERÍA NACIONAL


        Con mi celular tomé algunas fotos de las pinturas que más me gustaron y que se exhiben en la Galería Nacional de Londres, durante mi reciente viaje a esa ciudad. Confieso que uno siente una viva emoción al estar frente a piezas maestras tanto por sus autores, su realización como por sus contenidos. Comparto con ustedes algunas de esas fotos. Los textos que van al pie de cada imagen corresponden a la traducción de la información referida a los cuadros que proporciona ese museo.

     LA TORRE DE BABEL. Los Bassano fueron una familia de pintores con bullentes escenarios y narrativas del Antiguo Testamento. El tema de este trabajo muestra la Torre de Babel en construcción. La gran figura que está al centro a la derecha del cuadro probablemente es Nimrod, el constructor de la Torre.
Óleo sobre tela, Leandro Bassano (cerca del 1600).
          SANSON Y DALILA. Esta pintura muestra el momento de la traición del relato de Sansón y Dalila, del Antiguo Testamento. Sobornada por los Filisteos, Dalila seduce a Sansón y permite que le corten el pelo mientras éste duerme. Ella sabía que haciéndolo Sansón perdería la fuerza dada por Dios. Óleo sobre tema, Peter Paul Rubens (cerca de 1609-1610).
La Galería Nacional es uno de los lugares más clásicos para visitar en Londres y se encuentra junto a la Trafalgar Square. La entrada es gratuita.
          LA ADORACIÓN DE LOS REYES. Un rayo de luz ilumina al niño Dios, ante quien los tres Reyes Magos se arrodillan en adoración. El establo está levantado sobre ruinas romanas simbolizando el triunfo de la Cristiandad sobre el orden pagano. San José, en traje naranjo y azul (arriba), es inusualmente corpulento. La pintura fue hecha para uno de los muros del templo dedicado a San Silvestre en Venecia. Óleo sobre tela, Paolo Veronese (1573).

          TRINIDADES DEL CIELO Y DE LA TIERRA. La sagrada familia ─la Virgen, el niño Jesús y San José─ es mostrada aquí como la contra parte terrenal de la Trinidad celestial de El Padre, el Espíritu Santo (mostrado como una paloma) y Cristo. La composición acentúa la atención en las dos naturalezas de Jesús: hombre y Dios.
Óleo sobre tela, Bartolomé Esteban Murillo (cerca de 1675-1682).

         LÁZARO SE LEVANTA. Ante los ruegos de las hermanas María, de rodillas, y de Marta, Jesús levanta a su hermano Lázaro desde la tumba. Judíos de luto que estaban presentes son testigos del milagro; uno de ellos se tapa la nariz porque Lázaro había estado cadáver por cuatro días. Esta pieza pictórica fue hecha para el cardenal Giulio de Medici, posterior Papa Clemente VII. Óleo, Sebastiano del Piombo ( cerca de 1517-1519).
        CRISTO EXPULSA A LOS MERCADERES DEL TEMPLO. Jesús echa a los cambistas y comerciantes del Templo. (San Mateo 21: 12-13). El pequeño bajorrelieve arriba a la izquierda del cuadro muestra al ángel expulsando a Adán y Eva del Paraíso. Sobre los apóstoles que están a la derecha, otro bajorrelieve muestra el sacrificio de Isaac, simbolizando el sacrificio de Jesús en la cruz. Óleo sobre tela, El Greco (1600).
 
        LA PURIFICACIÓN DEL TEMPLO. Jesús visitó el Templo de Jerusalén y lo encontró lleno de mercaderes y especuladores con dinero. Expulsó a todos los que vendían y compraban diciendo: “Está escrito: Mi Casa será llamada casa de oración, y vosotros hacéis de ella cueva de ladrones” (San Mateo 21).
El hombre de barba que aparece a la derecha ha sido tradicionalmente identificado como Tiziano.
Óleo sobre tela, Jacobo Bassano (cerca de 1580).

          LA CONVERSIÓN DE MARÍA MAGDALENA. Llevada al  Templo por su hermana Marta, María Magdalena aparece aquí de rodillas,  entregada al oír la prédica de Jesús. Entonces, ella abandona su vida de pecado por una piadosa. Las joyas cayendo por su cuello predicen su renuncia a los bienes mundanos. Óleo sobre tela, Paolo Veronese (cerca de 1548).

          MARÍA MAGDALENA. María Magdalena con su túnica de plata reluciente permanece postrada ante la tumba vacía de Jesús mientras que el alba comienza en el Oriente. A ella se la identifica por la muestra de su tradicional vestido rojo debajo de la túnica y por la jarra de óleo consagrado. El juego de reflejos de sus ropas y el lago veneciano al fondo, son típicos de este artista. Óleo sobre tela, Giovanni Girolamo Savoldo ( cerca de 1535-1540).


        LAMENTACIÓN. La Virgen se lamenta y a su lado Magdalena se acerca a besar los pies de Jesús. La pintura fue hecha posiblemente para el rico noble genovés Marcantonio Doria. Óleo sobre tela, Jusepe de Ribera (1620).

          LA CENA DE EMAÚS. Tras su resurrección, Jesús caminó a Emaús con dos de sus discípulos. Sin embargo, los peregrinos sólo lo reconocieron cuando cenaron juntos y Jesús bendijo el pan (San Lucas 26), igual como lo había hecho en la Última Cena. El dueño del local permanece de pie hacia atrás del Señor. Uno de los discípulos comienza a levantarse de su silla mientras que el otro extiende sus brazos sorprendido. Óleo, Michelangelo Merisi da Caravaggio (1601).


Tuesday, May 03, 2016

NELSON ESCOBAR FUE EL ALMA DE MI CURSO

Nelson Escobar, durante la grabación de una nota periodística en canal 5. Imagen tomada de Facebook.
     A Nelson Escobar lo conocí en 1967 cuando juntos ingresamos a la Escuela  de  Periodismo  de  la  Universidad  de   Concepción   que entonces funcionaba en la planta  baja  de  la  Escuela de Medicina. Llegamos  calladitos,   medios   cohibidos,   conscientes    de    la importancia de la carrera y sabiendo los nombres de profesionales egresados que ya daban que hablar en los medios. Cuando pasaron los días   el entrañable amigo  de  Nelson,  Carlos Bastías  –ambos provenían del mismo colegio-- comenzó a nombrarlo con el apodo que se había ganado allí en Chillán: "Mateo". Así que el resto de los estudiantes también comenzamos a decirle "Mateo", sin duda porque en su establecimiento chillanejo debió ser muy estudioso y nosotros comprobamos que en la Universidad  lo  era  aún  más. A medida   que  pasó  el  tiempo,  Nelson  desplegó  toda  esa efusiva personalidad, risueño, bueno para las tallas. Él descubrió que todos teníamos algún vínculo con el campo (¡quién no, en esos años!) y comenzó a decirnos a todos:  “huasos”  o  “huasitas”   a     algunas compañeras, por lo que, sin pensarlo, el apodo se revirtió y al final él era “el huaso Escobar”,  nuestro popular huasito.


Nota realizada por Nelson Escobar para TVUC 5. En la segunda
parte del video oirán la voz del periodista en el relato
y en las entrevistas. La fecha parece ser 1983.
     Vivía en Cabrero, donde sus padres tenían un almacén de abarrotes. En un par de ocasiones me invitó a su casa y pasamos unas de jornadas simpáticas en “la ciudad del sol”, como él llamaba a su localidad, evocando algún lema del municipio cabrerino. Su papá poseía un campo en las cercanías, que visitamos también. El predio tenía un gran bosque de pinos. Caminamos una tarde por el trumao entre las zarzamoras y esos árboles; es parte de lo que recuerdo. En una fiesta de matrimonio en Cabrero, después de la ceremonia y los bailes, Nelson sorprendió a los invitados con un enorme saco de cholguas que había comprado en Lirquén. Sobre una parrilla comenzó a desparramarlas para cerrar la fiesta con una cholguazo y harto limón cuando la claridad del nuevo día se manifestaba en "la ciudad del sol".

     Después de la titulación en Periodismo, cada uno siguió su rumbo. Él llegó a sentir tanto afecto por sus compañeros de carrera que tempranamente concibió la idea de juntarnos a todos. Fue así como bajo su iniciativa, los ex alumnos de Periodismo nos reunimos en la termas de Chillán allá por 1989 con el eslogan “Que veinte años no es nada”.  Mucho tiempo después lo intentó de nuevo pero la convocatoria tuvo un éxito parcial.
     A pesar de la distancia y el paso del tiempo, seguí manteniendo un contacto con Nelson. Siempre era el mismo hombre, dicharachero, alegre, jamás triste. Hasta que el día menos pensado me informé por las redes sociales que estaba afectado de esa enfermedad incurable. A través de Gilda le envié saludos y buenas vibras. Yo tenía ganas de estrechar su mano, pero esa situación no se dio porque un viaje programado a Concepción se fue posponiendo. Hoy leo que ha fallecido y con mucha pena reconozco que Nelson fue el alma de nuestro curso de Periodismo de la Universidad de Concepción. Nadie más que él sería capaz de reaglutinarnos, al menos por unas horas, para vernos y conversar de aquellos lejanos y hermosos años de juventud.

Saturday, April 30, 2016

A HITLER LO VIERON EN BARILOCHE


     Este 30 de abril se cumplía otro aniversario de la muerte de Hitler, en el Bunker de Berlín, apenas unas horas antes de la entrada de las tropas soviéticas a la capital del Reich, en 1945. A propósito de esta fecha, un canal de la televisión de cable ha programado una serie que postula que el jefe de la Alemania nazi no se suicidó ese día de un balazo y que después uno de sus subalternos le prendió fuego a cadáver, a expresa orden del fallecido para que no quedara ni rastro. Eso afirma la historia oficial. Sin embargo, la serie de tv a la que me refiero postula la hipótesis de que Hitler no murió en esa circunstancia y que huyó después de haber urdido la pantomima del suicidio. Los investigadores del programa de TV siguen pistas para demostrar que el jerarca nazi se escapó a la Argentina para vivir en el sur de ese país el resto de sus días, sin duda con otra identidad y otra apariencia. Pues bien, lo demás es parte de la historia bajo investigación por parte del equipo de TV, muy serio y renombrado, por lo demás. Ellos quieren demostrar que Hitler no murió en el bunker, ese día de 1945, sino en el sur de Argentina muchos años después.
     Luego de ver parte de uno de los capítulos de la serie se me vino a la mente una conversación que sostuve en 1997 con un personaje de ascendencia judía en el marco de un trabajo periodístico, cuyo apellido era Heit. Para entonces, mi entrevistado tenía 80 años. Según me dijo, él era soldado del ejército soviético e integró una de las patrullas que entraron en el bunker el día del suicidio de Hitler. «Llegamos exactamente al lugar donde el cuerpo fue incinerado», me dijo esta persona. «Y le puedo asegurar que yo no vi ningún cadáver chamuscado. Eso lo comentamos entre los soldados rusos, ninguno de mis compañeros vio algo parecido a un cuerpo calcinado».
       Para unir la historia del inicio de esta nota, de lo que cuenta la investigación en desarrollo del canal de televisión, con lo que me contó ese viejo, debo agregar un elemento más para la consideración del lector. El hombre añadió a su cuento que en los años sesenta o setenta, estuvo conversando con otro judío amigo suyo en la ciudad de Osorno. Ambos se enfrascaron, según me contó, en una conversación sobre la muerte o desaparición de Hitler. Y la otra persona le habría dicho que él se había encontrado cara a cara con el ex jerarca alemán en la ciudad balneario de Bariloche un par de años antes. «Me dijo que llevaba un sombrero, lucía canoso y que se había afeitado el bigote», me contó el viejo Heit citando a su amigo. No tuve después otra oportunidad para conversar con ese entrevistado y así haberle seguido la pista a este rumor tan interesante que hoy se pone de nuevo de actualidad.

Saturday, February 13, 2016

SE REVELAN LAS ONDAS GRAVITACIONALES


        Esta imagen la tomé de internet y la agregué el círculo negro en el centro, para tratar de explicar cómo entiendo yo este asunto de la detección --por primera vez-- de las ondas gravitacionales enunciadas por Einstein en su teoría de la relatividad general (1915) y que fue comunicada recién por un equipo de científicos.

       La foto que me ayuda a dar a conocer mi pensamiento contiene la idea de una explosión con un centro oscuro. Pues bien, toda la parte luminosa se inició allí rodeando al círculo negro. Porque fue ése el momento en que nació la luz, según nos explican, y eso ocurrió ochocientos millones de años después de la gran explosión o bigbang, según la teoría. De modo, entonces que cualquiera imagen que obtengamos incluso con los telescopios más potentes no será de antes de los ochocientos millones de años. Ése es el límite para el ojo humano. Todo lo visible es posterior a ese dato. Porque si más atrás no existía luz, imposible es que haya una imagen porque todo era oscuridad absoluta. En ese tiempo, la materia caótica no había decantado lo suficiente para que se generaran fotones libres que constituyen la luz.

       El asunto de las ondas gravitaciones está todavía en pañales y de las que ahora tenemos noticias gracias a los últimos descubrimientos. Sin embargo, falta conocer más sobre ellas para avanzar. Pues bien, ¿de qué nos servirán estas ondas para adentrarnos más allá de horizonte límite del nacimiento de la luz? Los científicos apuestan a que ellas sí provienen desde el principio, o sea que nos entregarán información de lo ocurrido antes de la formación de la luz. Una físico teórico graficó que "las ondas nos abrirán la puerta. Será como entrar en una pieza oscura y averiguar a tientas qué hay allí".

      Por su parte, una científica chilena dijo por la televisión que esas ondas nos permitirán confirmar también si es que efectivamente hubo un inicio con gran explosión. 
        Esto comienza señores.