Tuesday, February 28, 2006

LA ENERGÍA OSCURA PERMANECE EN LAS SOMBRAS

(Foto: Francisco A Rodríguez Ramírez 2005, la Vía Láctea. www.astroeduca.com)
      Un joven de 26 años despejó las dudas y aclaró las contradicciones de la física de toda la historia formulando la famosa Teoría de la Relatividad en 1905. El trabajo de Albert Einstein pareció terminar con las preguntas más intrigantes. Casi todas podían ser explicadas con esa herramienta en la mano.
     Los científicos estaban convencidos que las galaxias y las estrellas si bien se estaban alejando en el espacio infinito, la fuerza de gravedad pondría las cosas en orden. Esto terminaría con que las estrellas en algún momento iniciarían su viaje de regreso hacia el centro.
     Pero, los últimos estudios revelan que, por el contrario, el universo lejos de frenarse, como se creía, sigue expandiéndose y acelerándose. O sea, nada ni nadie lo detiene.
       La siguiente es la pregunta que intriga al mundo científico: ¿cuál es la fuente de esta fuerza misteriosa que empuja a las estrellas y a las galaxias hacia afuera? Como no hay respuesta la han llamado energía oscura y han calculado que ella representa el 70 por ciento del total de la energía del universo. El 30 por ciento restante es la suma de la materia visible, la invisible y la radiación.
    Los astrofísicos responsabilizaron al vacío. Es decir que el vacío per se genera esta fuerza repulsiva. Hay algo desconocido allí que jala a la materia hacia la periferia o, si se quiere, que “la chutea” para la galería.
   Tal es la tarea para la casa de la física en el presente siglo. Descubrir o explicar el misterio requiere de un segundo Einstein. Aquél tendrá que decirnos qué cosa tan enorme permanece sin ser vista en el vacío que deja en vergüenza a la reina de todas las fuerzas conocidas: la gravedad*.

(*Nota: Este trabajo se realicé gracias a los datos proporcionados por el Dr. José Maza, Premio Nacional de Ciencias.)

LAS OLAS CONSTRUIDAS POR EL SUR-WESTE

(Foto: El autor apoyado en una ráfaga marina en la costa al sur del Golfo de Arauco.)

Son famosas las ráfagas de viento que en primavera soplan en Punta Arenas. La fuerza eólica que nace del estrecho arrastra a los desprevenidos, quienes tienen que asirse a algún poste del alumbrado, para no ser expelidos hacia el pavimento.

Para mí, el punto más ventoso del planeta era la esquina de Caupolicán con Barros Arana, en Concepción. Allí arrecia por las tardes el viento que sube desde el Bío Bío. Si uno no llevaba sus pertenencias bien agarradas, el viento podría dejarnos ahí, en el más soberano ridículo.

Me gusta el viento y oír sus rugidos por entre los alambres eléctricos. Son aullidos que parecen de lobos, aterradores. Recuerdo que un almirante de nuestra Armada dijo hace unos años, para expresar su energía y optimismo: “El sur-weste es el viento de Chile” o algo así.

Miré el mar esa tarde de febrero desde un punto elevado en la costa. En la distancia se fundía con el cielo, pero más de cerca parecía un vientre verde manzana moviéndose lento con la superficie rizada. El océano se agitaba azotado por un potente y benigno sur-weste. Las olas brillaban al sol del estío.

Me acerqué un poco al borde de ese punto elevado, donde el terreno caía en picada. Abrí los brazos y eché mi cuerpo hacia delante. Por un breve momento la mano de Eolo me sostuvo e impidió que me fuera de bruces. Fue un placer de un segundo que me brindó el desconocido, pero potente viento de Chile.

Monday, February 27, 2006

LA DELICADEZA DE LOS AROMAS

(Foto propia: hermoso campo del fundo Playa Negra, Penco).

          El campo huele a la mixtura pasosa del aroma de las galegas, las melosas, el poleo y la gran variedad de otras hierbas del verano. Caminar por un potrero en esta época es un festín para el sentido del olfato. Las hojas, las flores y la tierra entregan sus olores frescos al aire como para llenar insaciablemente los pulmones una y otra vez.
      Este vaho reminiscente del estío arrastrado por el viento cruza el campo y atraviesa los caminos llegando incluso al borde de las ciudades, donde se desvanece aplastado por los gases de los escapes. Por eso, lo invito a darse el placer olfativo de una excursión por el descampado.
    Recientemente mientras guiaba mi auto por un camino secundario, bajé el vidrio para darme el gusto. Pero, sorpresa el aroma no llegó a mi nariz. Por el contrario, me golpeó el rostro la masa de viento inodoro fruto de la velocidad. ¿Qué pasó con el hálito del campo?
      Llegué a la conclusión que el frescor del aroma sólo se percibe plenamente a baja velocidad y mucho mejor en el reposo. Porque pareciera que la frágil combinación de moléculas que conforman las notas del olor, se quiebra cuando el receptor va muy rápido. De modo que si no quiere bajar de su coche, échese hacia la berma, pise el freno y respire, respire profundo…

Wednesday, February 22, 2006

GRAZNIDOS DE "DINOSAURIOS" EN CONCEPCIÓN

Caminaba por la Via del Corso en Roma, un soleado día invernal, cuando advertí que muchos romanos iban con sus paraguas desplegados, como si quisieran protegerse de los tibios rayos solares. La razón era que sobre la ciudad eterna volaba en aquel momento una impresionante bandada de pájaros, los que en su recorrido hacían sus gracias y nadie quería ser víctima.
Gaviotas chillonas sobre la catedral penquista.
En mi querido Concepción pasa algo parecido. A diferencia de las aves de Roma, que parecían tordos, las gaviotas que revolotean en el cielo penquista son grandes. Imagino que con las alas extendidas deben medir unos 80 centímetros. Son unos pájaros enormes. Creo que pertenecen a la variedad denominada Dominicana. Destacan por la blancura de sus plumas, pero, por sobre todo, por el sonido prehistórico de sus graznidos. ¿Así rugirían alguna vez los dinosaurios?

En mi último paso por la ciudad, nunca vi tantas de estas especies volando juntas en el área céntrica, anidando en la catedral, en los edificios públicos, en el Banco de Chile, en Corpbanca y se las ve y oye por todas partes. Se diría, mucho más que en Talcahuano.

Más allá de la poesía, que en algunos pudieran inspirar, creo que estas aves, por su elevado número, son una plaga. Si caminamos por las veredas céntricas, veremos las baldosas salpicadas de desecho palmípedo arrojado desde el aire. Y, mucha atención, no nos vaya a tocar la mala suerte de ser alcanzados por uno de estos proyectiles.

Las autoridades tendrían que idear un método para ahuyentarlas y hacerlas volver a la orilla del mar. Son un espectáculo, sin embargo, cuando en pleno vuelo se disputan un trozo de pan arrebatado a las palomas. Es un combate aéreo de picotazos, graznidos, chillidos y lamentos, sin contar, por cierto, con las bombas biológicas que no alcanzan a las adversarias sino a algún incauto penquista o visitante.

Tuesday, February 21, 2006

POR UN SIMPLE BESO

       La mujer que me había sido de gran ayuda en mi trabajo de reportero, me entregó los últimos datos que necesitaba. Con esos antecedentes, mi misión concluía con éxito. Era, pues, la hora de despedirse. Mi avión salía de El Cairo esa noche hacia Tel Aviv.
      Estreché su mano, agradecido por su gran colaboración. Me miró con cortesía y yo me acerqué a su mejilla para besarla. Así se estila entre nosotros. Pero, no éramos nosotros. Yo estaba en Egipto.

     La dama en cuestión dio un paso atrás y con sonrisa y recato me dijo en mi cara: “No, por favor. Soy musulmana y eso no corresponde”. 
     Me sorprendió esa actitud y no entendí el fondo de su rechazo. Lo que para nosotros es trivial, para ellos tiene contenido.

     Este hecho, tan simple, podría ser una pista para entender el choque de nuestras civilizaciones. No entendemos a los musulmanes y no comprendemos, por ejemplo, las protestas en los países islámicos por unas irreverentes caricaturas de Mahoma en un diario europeo. Decimos “cómo tanto escándalo y violencia por unos simples monos aparecidos en prensa de segunda categoría”.
        Lo que para nosotros eran sólo dibujos, para ellos fue una ofensa al alma de su fe. Este sentimiento lo exacerban las cúpulas fanáticas que ganan dividendos con estas manifestaciones.
        Leo que a diferencia de nuestra racionalidad, para el creyente musulmán todo está mezclado: la política, la vida familiar, el trabajo, la justicia. Por eso, dicen, les es difícil entender la democracia de corte occidental.
       Antes de juzgar estos hechos, también sería bueno mirar nuestra propia conducta algo cargada a la soberbia y evitar las provocaciones gratis. Para nosotros, las cruzadas terminaron hace más de mil años. Pero, minorías musulmanas aún tienen sangre en el ojo. Para ellas, no se ha dado la última batalla.
(Foto: www.continente.nu)

Monday, February 20, 2006

SORPRESAS EN UNA VUELTA POR EL SUR

EN LA FOTO se aprecia la pequeña rada de San Vicente y al fondo, el muelle y las instalaciones de la usina de Huachipato.
VISTA DESDE LA CUMBRE de los cerros del fundo Playa Negra hacia la bahía de Penco. La foto fue tomada a la salida del peaje, en la población Desiderio Guzmán.
EL AUTOR DE estas notas aparece aquí junto a uno de los leones que custodian la entrada del Parque de Lota.


EL MACHISMO DE CAP

Un amigo cercano, funcionario de Huachipato, me respondió que en la usina no trabajan mujeres. “Bueno, hay secretarias, gente de aseo, de computación y telefonistas”, me dijo que atenuar un poco el efecto de mi sorpresa. Pero, en el frente de faenas no las hay.

Insistí, porque me pareció que en tiempos en que mujeres se entrenan para guiar aviones F-16 y una de ellas es Presidenta electa de la República, es anticuado el machismo que impera en CAP.

Las féminas tienen posibilidades de trabajo en Huachipato, pero en cuestiones secundarias, no relacionadas con la producción directa del acero chileno. Y me queda la duda: ¿Cuántas mujeres quisieran trabajar con buzos y cascos codo a codo con hombre en el vaciado del arrabio, la operación de huinches con láminas recién fundidas o en los convertidores al oxígeno? Buena pregunta para el presidente de la compañía…
 

A 100 KM/HORA POR ISLA ROCUANT
Siete minutos tarda conducir por la moderna autopista que va de Penco a Talcahuano a través de la isla Rocuant, propiedad de la concesionaria Interportuaria S.A.

A este tramo se ingresa en el trébol ubicado en el sector Desiderio Guzmán, en el empalme de la ruta del Itata. Desde lo alto, donde uno retira un ticket de ingreso, la vista hacia la bahía de Penco es extraordinaria. Debido a que se han talado los bosques de pino del sector, se puede ver todo el panorama. No sería extraño que ahora se desarrollen allí proyectos inmobiliarios teniendo en consideración la conectividad y el paisaje.

Una vez que la ruta llega al nivel del mar, cruza el río Andalién e ingresa de lleno en la isla Rocuant, un lugar deshabitado, de tierras bajas, médanos y humedales. La pista se carga al norte paralela a la playa, desde donde se ven, siguiendo los punteros del reloj, Talcahuano, la isla Quiriquina, Cocholgüe, Tomé, Lirquén y Penco. Todo este placer cuesta 450 pesos que es el valor del peaje.

ACARICIANDO LEONES
Me detuve a ver en detalle los hermosos leones apostados en la portada del Parque de Lota, otrora residencia de don Matías Cousiño y familia. El fiero felino que está al lado derecho domina a una serpiente, la que se enrosca en una de sus extremidades delanteras. El león del lado izquierda tiene fuera de combate a un enorme caimán. La actitud de ambos es de pura adrenalina.

Me dicen que las estatuas fueron traídas del Callao durante la Guerra del Pacífico. Estos leones, que se supone de bronce, están pintados de blanco y sus víctimas de tono verde botella. Son similares a los instalados en la entrada del Apostadero en Talcahuano y a los emplazados en la avenida Providencia.

Pero, hay una diferencia –y de eso se trata este apunte--. Los leones de Lota están a nivel del suelo. Uno de los puede apreciar como si estuvieran vivos, se pueden tocar o acariciar y, junto con ello, posar para una fotografía. Eso, lamentablemente, no se puede hacer en Talcahuano ni en Santiago, donde los pusieron sobre pedestales de más de 2,5 metros de altura.

Tuesday, February 14, 2006

¿EL FIN DEL MUNDO SE LLAMA TIRÚA?

(En la foto, captada por Liza Muñoz, aparece el autor de esta nota en Tirúa.)


La primera vez que visité Tirúa, el año 2003, dimensioné lo lejos que estaba de Concepción (206 km) o Temuco (225 km), ciudades importantes a las que recurrir en caso de emergencias. Si a la distancia agregamos lo reducido de su población, unas seis mil personas a lo más, y aquel día gris y amenazante, pensé “éste es el fin del mundo”.

Volví a Tirúa este verano, en un viernes tórrido, despejado y ventoso. Pude maravillarme esta vez de su geografía: cerros de verdes pinales, un mar ruidoso con olas que revientan hasta cien metros de distancia en la costa emplayada. Pero, el puerto está al abrigo de un estuario junto a la municipalidad, un kilómetro tierra adentro. Allí reposan, luciendo banderitas chilenas en sus mástiles, las embarcaciones que van a las faenas.

En el segundo piso de un almacén rotulado “patio de comidas” fui atendido por una mesera diligente y alegre. Ella no era de Tirúa, sin embargo. Dejó su casa en isla Mocha para venir a este pueblo en el continente a luchar por la vida y progresar.

Me informó que doce minutos toma el vuelo a su tierra natal. El servicio aéreo lo presta un avión monomotor entre el aeródromo en lo alto del pueblo y Mocha a un precio de quince mil pesos el boleto. Más barato es ir en lancha, unos tres mil pesos, por tres horas de dura travesía. ¿Cuál medio preferiría usted? La isla Mocha se ve en la distancia contra el cielo azul como un cerro oscuro emergiendo del mar, a uno 40 kilómetros en línea recta.

Si desde Tirúa usted quiere ir a Temuco debe seguir al sur por un camino de ripio en buenas condiciones, pasando por Trovolgüe hasta llegar a lo alto de un cerro desde donde se divisa el río Imperial. Llegando a la ribera norte, el camino gira a la izquierda hasta Carahue y de ahí ya puede avanzar a Temuco por camino pavimentado.

Tirúa significa “lugar de encuentro” en lengua mapudungún. ¿Será porque justo el río que cruza el pueblo une a las regiones novena y octava? Sus calles son de arena negra compactada y en ellas abren sus puertas negocios, lugares de juegos, internet y artesanía local.

En sus calles y esquinas conversan grupos de jóvenes, mayormente de pelo tieso negro azabache. La mayoría, con jeans a media cadera y zapatos descoloridos cubiertos de polvo. Así transcurre la tarde en Tirúa.

La alcaldía ha inaugurado una plazoleta con una pequeña pirámide descabezada y hermosos faroles de hierro forjado, junto al estuario bordeado de vega florida y junquillos.

Inunda la nariz una mezcla de olor a galega, poleo, algas y pino recién aserrado. Por allí transitan vacunos, equinos y camperos, los que interrumpen el descanso de treiles y gaviotas, cuyos graznidos son el sonido de fondo del mundo.

Monday, February 06, 2006

LA TRAGEDIA DE LA ESPOSA DE McCARTNEY

(Foto del spot exhibido en CNN)

        Por estos días, la atención de los fans de la otrora beatlemanía se enfoca en la figura de Paul McCartney, a propósito de la canción de los Beatles Cuando Tenga 64 Años, porque está próximo a cumplir esa edad, impensable cuando la letra fue compuesta en los años sesenta.
      Pero, yo los invito a que desviemos un poquito la vista, para que averigüemos quién está al lado de Paul. Ahí vemos a Heather Mills McCartney, de 37 años, su actual esposa, quien es una activista de la Organización Panamericana de la Salud, en la campaña contra los accidentes de tránsito. Ella perdió una pierna en uno. En el spot que difunde CNN, cuenta su propia experiencia:

      «Yo tenía dos hermosas piernas hasta que un error humano me amputó una. Un noventa por ciento de los accidentes de automóvil en todo el mundo es causado por un error humano. Conduzca y camine con cuidado para que usted y quienes lo rodean estén siempre protegidos».

      Heather Mills McCartney es modelo y empresaria. En su niñez fue víctima de la violencia intrafamiliar, por lo que debió vivir en las calles. Confesó haber robado una vez para sobrevivir. El 8 de agosto de 1993, en una avenida de Londres, la atropelló un policía en motocicleta, que respondía a un llamado urgente, quedando gravemente herida.
     Los médicos no pudieron salvar su pierna izquierda, que le fue amputada por debajo de la rodilla. El accidente la sorprendió cuando trabajaba en su empresa de modelaje, cuyos ingresos destinaba a ayudar a las víctimas de la guerra de la ex Yugoslavia. Sin embargo, dotada de una enorme voluntad, siempre se sobrepuso al destino.
    Se casó a los 21 años, separándose al poco tiempo. Heather considera a su segundo matrimonio ─con Paul McCartney─ el mayor logro en la vida. Ella destaca por méritos propios, mucho más que por ser la esposa del ex beatle.
     Hoy es embajadora de buena voluntad de la ONU. Durante once años ha impulsado una campaña mundial para el retiro de minas terrestres. Ha hecho carrera llevando consuelo a aquellas personas que han sido amputadas en accidentes, por enfermedades, por desastres naturales y por atentados terroristas.

Friday, February 03, 2006

"NADA DE ESTO FUE UN ERROR"

(Foto: http://www.cadena100.es/especiales/coti_disco/fotos.htm)

Escucho las voces combinadas de Paulina Rubio, Julieta Venegas y Coti cantando el siguiente estribillo: “Nada fue un error; nada de esto fue un error”. Está de moda esa canción, cuyo video clip lo pasan a cada rato en el canal de televisión dedicado a la música popular.

Descubro que el error humano presenta siempre una característica hipócrita y es que camufla las consecuencias. Por eso es peligroso que dejemos que pase y, peor aún, que nos acostumbremos a él así se generaliza hasta que se produce el desenlace, que puede significar una tragedia.

La prudencia es una virtud política, dice Aristóteles, pero añade que el valor también es apreciado en algunas sociedades u organizaciones. Confronto estos dos, digamos, extremos, del criterio humano: prudencia versus valor.

Ser prudente significa acometer un propósito o un trabajo evitando los riesgos. Para qué aventurarse por algo si se pueden tomar las precauciones necesarias para conseguirlo. O sea, es una actitud racional. ¿Y qué pasa, entonces con la valentía?
 

Una persona valiente es aquella que actúa ipso facto cuando no hay otra alternativa, debido a la urgencia de la situación. Por ejemplo, en un incendio, un niño está atrapado y amenazado por el fuego. Entonces una persona valiente resuelve teniendo en cuenta el peligro. Sin embargo, cuando la tragedia está consumada, pretender revertila por sí mismo no es valentía, es un error.

Ahí estamos, balanceándonos entre la valentía, el riesgo, la prudencia y el error. En este marco, me atrevo a sugerir un quinto factor, que puede ser el comodín, para el justo balance: creo que en la vida hay que atinar. Y atinar es, a mi juicio, la actuación con proactividad criteriosa.

Wednesday, February 01, 2006

EL RUIDO METIÓ SU COLA

(Imagen: CIESPAL)
Ruido es siempre una interferencia, que altera o interrumpe un mensaje, por lo tanto es algo negativo. Se presenta en las conexiones telefónicas, en las conversaciones, en los mails, en los memos, etc. El ruido mete su cola donde haya dos o más personas dispuestas a comunicarse.

Los expertos tienen presente este factor indeseado y para los asesores comunicacionales, que hacen de esa actividad su modo de subsistencia, es el peor enemigo de su profesión. Ven ruido en todas partes. Admito que me contaminó esta cultura, hasta que le encontré, sin quererlo, el lado positivo al problema.

Veamos. No hace mucho, cuando me presentaba como periodista de mi empresa --una pyme de las comunicaciones--, la persona, muy importante, a la que debía entrevistar me dijo: “mañana lo recibo a las 8”.

Al día siguiente me presenté y antes de iniciar la entrevista, le expliqué como trabajaba mi empresa y el señor importante se sorprendió. Recién se dio cuenta que yo no provenía de donde él pensaba. Me confundió con una televisora de alcance nacional muy conocida porque había escuchado mal ¿Qué pasó? Fue ruido, simplemente ruido en la comunicación lo que lo confundió.

¿Me habría dado la entrevista si hubiera prestado más atención? La respuesta no la imagino, pero como ven, el ruido también puede ser benigno, algunas veces.