Wednesday, December 12, 2018

ASÍ VOSOTROS, NO PARA VOSOTROS...

Imágenes obtenidas de Wikipedia.

            Me gustan los dichos latinos, porque me resultan exóticos, sorpresivos y certeros. La literatura de buen nivel los incluye casi siempre, hecho que lo obliga a uno a investigar por otro lado, fuera de ese texto. Recién ayer me encontré con el siguiente:
     “Sic vos, non vobis” que significa “Así vosotros, no para vosotros”. O, si se quiere “Así ustedes, no para ustedes”.
        Esta expresión latina, que explico brevemente más allá de su mera traducción, tiene una historia simpática. Durante el gobierno de Augusto, en la Roma de un par de años antes de nuestra era, una intensa lluvia complicó la realización de unos juegos. Cayó agua toda la noche, por lo que el circo no funcionaría al día siguiente y la gente se quedaría con la ganas. Pero, dejó de llover, hubo un sol hermoso y los juegos se realizaron.
  Como consecuencia alguien escribió un graffiti de congratulaciones en verso para el emperador sobre el muro del palacio : "Llueve durante toda la noche; por la mañana se reanudan los espectáculos; César tiene su imperio compartido con Júpiter".
      Complacido Augusto por la comparación, quiso conocer al autor y se presentó, como tal, uno llamado Betilo. Pero, ocurrió que a la noche siguiente, su verdadero creador, el poeta latino Virgilio, agregó en el muro otros versos incomprensibles a la vez que reiterativos: "Esos versos hice yo y otro se llevó los honores; así vosotros, no para vosotros; así vosotros, no para vosotros; así vosotros, no para vosotros; así vosotros, no para vosotros" (Sic vos, non vobis).
    Augusto le pidió a Betilo que completara la idea para poder comprenderla. Pero, éste no pudo atender la solicitud. Y fue el propio Virgilo quien continuó y aclaró aquello que no se entendía:
Imagen tomada de The Economist.
      "Así vosotras, no para vosotras, hacéis la miel, abejas; así vosotros, no para vosotros, tiráis los arados, bueyes; así vosotras, no para vosotras, hacéis los nidos, aves; así vosotras, no para vosotras, lleváis los vellones, ovejas".
       Se demostró, entonces, no solo al verdadero autor de los versos, sino también que lo que crea el poeta ya no es propiedad de él, pues está destinado a que otros lo disfruten. Pero, también, ojo con los impostores, los que se visten con ropa ajena.
"Sic vos, non vobis".
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La cita latina la hallé en el libro "El Liberalismo Europeo", de Harold J. Laski, en el capítulo  III "El Siglo de las Luces". (Fondo de Cultura Económica, 1936).

La entretenida explicación de la expresión "Sic vos, non vobis" la tomé y adapté para mi blog de un texto de Concha Ventura Crespo, del 15 de marzo de 2016, publicado en www.laopiniondezamora.es 

Monday, December 03, 2018

EN LA FÍSICA EL ÁTOMO PERSISTE

Representación de un átomo (Internet).

          Leí en un texto de filosofía que las palabras tienen más sentido por el uso que les da la gente, que por su significado etimológico. Es cosa de remitirse a las ciencias. En física, por ejemplo sigue empleándose la voz átomo dejando de lado el origen griego del término que quiere decir indivisible y a estas alturas, todos sabemos que se puede subdividir en otros pedacitos todavía más chicos. Y si no, leamos los informes que los físicos entregan de las pruebas en grandes aceleradores, sabemos que existen hadrones u otras cosas infinitamente pequeñas como la llamada “partícula de Dios”.
         Átomo era para los griegos (Demócrito), lo más pequeño e indivisible de que estaban formadas todas las cosas. No había nada de tamaño menor. El término volvió al tapete por necesidad de investigación en el siglo XIX y desde entonces quedó como el concepto que conocemos hasta hoy. Y la ciencia sigue usándolo, no inventó otro término. O sea, su significado original ya no es.
        Esto también pasa en historia. Las palabras pueden ser las mismas, pero las gentes de otros tiempos les asignaban otros significados o matices distintos. Esas son las diferencias que los historiadores enfrentan en sus investigaciones y deben hacer grandes esfuerzos de traducción para adecuar un término usado antes a lo que significaría realmente hoy. Sólo así pueden interpretar correctamente el pasado.
        La etimología nos ayuda a explicarnos la naturaleza de un término, pero es su uso cotidiano el que le da su significado en el ahora.