Wednesday, July 30, 2008

EL PECADO DE LOS ADOLESCENTES

Un psicólogo --respetado entre sus pares-- me dice: la adolescencia es un invento posterior a la segunda guerra mundial. Incluso, me dice, ni siquiera el nombre es correcto, eso de adolescente, na’ que ver, cómo que los jóvenes adolecen de algo.

Parece que antes de 1939 los niños pasaban de esa edad a la madurez como de un ¡suácate! Se hacían hombres o mujeres, los primeros iban a las fábricas, a las milicias, mientras que las segundas a la labores de casa y también a las fábricas.

Los adolescentes son un fenómeno de nuestra sociedad de postguerra, en que niños mamones critican a sus padres y viven y conviven a su alero por años. Frente a ellos, los papás pierden autoridad y los muchachos comienzan a ingresar en la edad madura probando: el alcohol, los cigarrillos o la droga, a veces, llevando vidas paralelas.

Los papás sufren y hasta temen las reacciones de sus hijos en esa edad de transición. Leen libros de autoayuda, adoptan posturas acartonadas y formales para recuperar la autoridad, consultan a especialistas. Pero, allí están los adolescentes amurrados, molestos, ausentes, pesados.

Sólo en este marco contestatario llego a comprender en parte actitudes como el caso de la niña del jarro de agua. Y también en ese contexto, llego a comprender a su madre. ¿Será que la apoya porque ella misma teme, sin decirlo, que un día le llegue un jarrazo de agua fría?

Por cierto, que entre los adolescentes hay muchas, muchas excepciones.

Wednesday, July 23, 2008

ENTRE UNA SONRISA Y UNA VERGÜENZA


La Barra es una fuente de soda, con patente de expendio de cervezas, ubicada en Pedro Aguirre Cerda 688, en el sector El Llano de Coquimbo. Es un lugar rico, adornado con fotografías antiguas, bancas de madera, mesones con superficies de cerámica y, sobre todo destaca la atención. Esto último, me dicen, porque es un empresa familiar.

Me recomendaron que pidiera el plato de la casa, por su precio, por sus ingredientes y por su sabor. “Los ases que venden ahí son exquisitos”, me dijeron. Claro, pensé, si se trata de la carta más importante del naipe, el as, el campeón; o del golpe más letal del tenis, un ace, debe ser así.

Nos sentamos a una de esas mesas rústicas con cubierta de cerámica. Llegó la persona que atendía, con una sonrisa, nos extendió la carta. Y ahí se me produjo mi sorpresa o estupor, motivo de este post. La carta decía: chacarero: 2.300 pesos; Barros Lucco 2.200 pesos; Completo 700 pesos; Ass especial 900 pesos.

Quedé pensando antes de reaccionar. Mi anfitriona (mi hija) me dijo pide eso. Y, claro, lo hice. Pedí un ass que estaba –dicho sea de paso--, exquisito, carne sabrosa bien condimentada en pan de completo.

Cuando llegué a mi casa me fui directo al diccionario Simon and Schuster’s para confirmar mi duda:

Ass significa asno, torpe, en una primera acepción. Y en la segunda, dice: nalgas, culo. Por pura pretensión la familia administradora de La Barra le agregó una “s” al final de as, sin saber, al parecer, el efecto de la nueva palabra: ass.

Si usted está en una reunión social con damas en esa fuente de soda y le ofrecen ese bocado, ¿cuál de las dos acepciones –burro o nalgas--, se le viene a la mente para evitar una ligera vergüenza o una disimulada sonrisa?

Monday, July 14, 2008

UNA LAMENTABLE ACCIÓN DE UNA NIÑA


El jarro con agua que una alumna lanzó a la ministra de Educación, Mónica Jiménez, es un acto que no tiene precedentes en nuestra historia.

El gobierno culpó a los profesores, los profesores se lavaron las manos diciendo que no podían responder por todo, pero justificaron el malestar de los muchachos. ¿Qué dirán los padres? (1)

Formulo la pregunta porque sólo falta por conocer ese punto de vista, del tríptico que, en la formación de las futuras generaciones, integran la autoridad política, los docentes y los padres y apoderados.

El episodio no es un acto de orgullo para que quede como un ejemplo registrado en la historia, porque habla mal de los jóvenes, de su formación y de quienes les entregan valores: los profesores y sus familias.

Es muy peligroso eso que sostienen los docentes porque envalentonan a los muchachos. Y digo peligroso, porque si bien le pudieron faltar el respecto a un ministro de estado y particularmente a una mujer, un día las van a emprender contra sus profesores.

No es raro ver imágenes de alumnos castigando a sus maestros en sitios de internet. Y ahora comprobamos que no es raro que le falten el respeto y humillen a una ministra.
Si estas cosas no se corrigen, no sólo peligra la democracia, sino que el mundo quedaría vuelto al revés: que los propios estudiantes se pusieran las notas so pena de una fleta para los profesores que se negaran.
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(1) La madre de la niña respaldó la acción y la justificó. No tengo comentario al respecto.

Wednesday, July 09, 2008

¡QUÉ POCO HA CAMBIADO EL MUNDO!

Cardenal Mazarino.
El siguiente es un extracto del libro que acabo de leer Breviario para Políticos, del Cardenal Mazarino (1602-1661). Los comentarios entre paréntesis son míos.
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No intentes, en ningún caso, atraer la amistad de alguien imitando sus defectos.
(Ponerse a fumar, por ejemplo).

Si quieres contar con la simpatía de la gente de pueblo, promételes gratificaciones materiales, son las que causan efecto. Al pueblo, la gloria y los honores le son indiferentes.
(Esto lo practican algunos candidatos).

Si un inferior te invita a su mesa, acepta y no critiques nada. Compórtate con exquisita cortesía. Sin embargo, aunque la conversación sea distendida, mantén una cierta gravedad en tu actitud. (Nunca tan familiarizados, tampoco).

Cuando acometas una empresa, no te asocies nunca con alguien más competente y capacitado que tú. (Seguro que vas a salir para atrás).

Guarda siempre algunas fuerzas de reserva, para que nadie pueda conocer los límites de tu capacidad. (Buen punto).

Si tienes que abandonar un cargo, evita que tus sucesores posean capacidades visiblemente superiores a las tuyas. (No depende de uno, pero es seguro que serán mediocres).

Abstente de intervenir en discusiones en las que se enfrenten puntos de vista opuestos. (Porque necesariamente vas a tener que matricularte con una de las partes y te ganarás enemigos).

No des la impresión de mirar fijamente a tu interlocutor, evitar adoptar un aire triste y sombrío. No gesticules en exceso, mantén la cabeza erguida y un tono algo sentencioso. Camina a paso regular y conserva en toda ocasión una actitud llena de dignidad. (Haberlo dicho antes).

No confieses nunca a nadie tus inclinaciones íntimas, ni tus repugnancias, ni tus miedos.  (Ojo).

No vayas a creer que son tus cualidades personales y tu talento los que harán que se te conceda un cargo. Ten presente que siempre se prefiere confiar un cargo importante a un incapaz que a un hombre que lo merezca. (La pura verdad.)

Friday, July 04, 2008

¿ABOGADOS DE SEGUNDA CLASE?


         Hace rato que se viene debatiendo, obviamente por las partes interesadas, el excesivo número de abogados en el medio nacional. Junto con la cantidad también se cuestiona la idoneidad de una gran mayoría de esos profesionales para litigar en las cortes. Se critica que no sirven.
          En consecuencia, quienes debaten, proponen que una entidad –bien podrían ser los tribunales u otra, otorgue una licencia especial a aquellos capacitados para los alegatos. De prosperar esta postura, habría abogados de primera clase y otros de segunda: los autorizados y los que no.
        También se debate que no debería ser ante la Corte Suprema que presten juramento los licenciados en Derecho, quienes a partir de ese bautismo pasan a ser considerados abogados.
        Fui profesor del ramo de Periodismo Televisivo en la Universidad Diego Portales por años. Y la experiencia me enseñó que había alumnos que no servían para desempeñarse frente a las cámaras en cambio otros la disfrutaban. Sin embargo, tenía que calificarlos a cada uno, conscientes que muchos no llegarían a la tele.
         A diferencia de lo que dicen quienes proponen la clasificación de abogados idóneos, yo les digo dejen que los clasifique el mercado laboral. Igual que en el Periodismo, un mínimo de los egresados aterriza enfrentando las cámaras, la gran mayoría se dedica a otra cosa, dentro de la profesión.
        Sospecho, no tengo evidencia, que detrás del debate se esconde un negocio: crear una instancia pagada –tal vez muy bien pagada--, para que los abogados interesados se sometan a ella con el fin de clasificar en el lote de la primera categoría. Así, no importaría que las universidades siguieran egresando abogados, porque existiría una segunda barrera cara. Y lo digo, a la luz de que los más animados críticos del excesivo número de esos profesionales, son profesores en alguna escuela de Derecho.