Friday, June 29, 2007

LA MALA EDUCACIÓN QUE VIENE DE LA CASA Y QUE ASOMA EN LA TELE


       Cuando fuimos niños nos enseñaron muchas reglas básicas para sobrevivir y para insertarnos correctamente en la sociedad. Recuerdo, por ejemplo, que antes de cruzar una calle había que detenerse por muy apurado que uno fuera y mirar a la derecha y a la izquierda. También, que las damas tenían la preferencia, en cualquiera situación como subir a un bus, al tren, Que había que cederles el asiento en la locomoción colectiva. Y muchos otros casos, que sería latero enumerar.

       En mi casa me decían que yo no debía tratar de vos a otra persona, sino de tú. Pero, lo más importante, y que viene al caso, es que jamás debía apuntar con el dedo a otro, porque era algo muy feo.
      A partir de esa enseñanza es que nunca indico con el dedo a alguien. Sin embargo, veo que esa actitud la tienen prácticamente todas las personas hoy en día. En la televisión, la gente se apunta con el índice en actitud acusadora. Algunos presentadores de noticias anuncian una nota y apuntan a la cámara, de modo que yo como tele espectador en mi casa me siento apuntado por ese señor.
   Hay un episodio histórico en el medio de comunicación relacionado con el dedo índice. Fue cuando Ricardo Lagos apuntó a la pantalla para dirigirse a Pinochet. Lagos lo hizo sola una vez, que yo recuerde y entiendo que en ese gesto había un sentido político y no un desliz de mala educación.
    Sin embargo, quienes hoy siguen empleando el dedo para dirigirse a los demás, seguro que ni siquiera recuerdan ese gesto puntual del ex presidente de la república. Yo creo que simplemente lo hacen por mal educados y, en consecuencia, porque nadie se preocupó en sus casas de decirles lo que era correcto y lo incorrecto.

Wednesday, June 20, 2007

HOLA INVIERNO, VERANO A LA VISTA


     Esa mañana del 21 de junio, Douglas Spaulding, de 12 años, se levantó muy temprano, porque quería ver el primer día del estío en el campo de Ohio. ¿Cuántos helados de frutilla me tomaré este verano?, ¿cuántos arándanos, frambuesas, aromáticos duraznos y jugosas manzanas me comeré? Ésas eran sus preguntas mientras miraba el vigoroso sol estival levantándose por el horizonte en la hermosa novela de Ray Bradbury «El Vino del Estío» (Dandelion wine).
     Al otro lado del mundo, parodiando a Douglas, uno podría decir este 21 de junio, muy temprano mirando las calles, aterido, a través de los visillos del dormitorio: ¿cuántos desayunos humeantes son necesarios para combatir el frío?, ¿cuántos caldos de pollo con crutones necesitaré este invierno para soportar las bajas temperaturas?, ¿cuántas copas de vino navegado con canela, deberé tener en mi mesa para reírme del hielo?
    Sin embargo, no importa. Lo verdaderamente interesante de este 21 de junio es que el sol alcanza su punto más al norte en el cielo, lo que significa que ese punto marca, también, el inicio de su regreso hacia nuestras latitudes. ¿Ese sólo hecho no es suficiente para estar alegres? Comienza el invierno, sí. Pero, el sol ya está de vuelta.

Tuesday, June 19, 2007

¿DEBERÍA LA TV INFORMAR DE CUÁNTAS PERSONAS LA ESTÁN VIENDO?

    Creo que la tv estará en condiciones de proporcionarnos información sobre sí misma en un futuro no lejano. Me refiero a la sintonía on line, cuántas personas la están sintonizando.
    A propósito, un director ejecutivo de una estación eliminó el servicio para que los empleados del canal no lo tuvieran, porque parece que descubrió que era un asunto perverso. Creo que la justificación de la medida fue evitar tentaciones que distorsionen los programas. El primer efecto colateral: los periodistas de ese medio ahora se sienten desinformados, como si anduvieran a ciegas, respecto del impacto de su trabajo en el público. Por eso, llaman a colegas de afuera, o sea, de otros canales, para averiguar la sintonía.
       La información on line, que entrega el sistema de medición llamado people meter, en una pantalla, es tan sabrosa, que los diarios despliegan sus variaciones, peaks, promedios, etc. Porque los lectores quieren saber. Algunos ejecutivos de la tv ven sus programas más concentrados en la pantalla de la sintonía, que en la pantalla que llega al público. Detrás de este interés existe el placer del triunfo, el gusto por las expectativas de más ingresos y una cuota de morbosidad. Cuando la sintonía baja, mejor hablemos de otra cosa.
    Si la necesidad ─morbosidad─ existe y las capacidades tecnológicas están, bastaría con lograr arreglos legales, para que a algún operador de cable se le ocurra ofrecer este servicio a clientes que paguen. Podríamos pulsar un botón del control remoto y dar la contraseña para ver la pantalla del on line. Sabríamos, de primera fuente y en tiempo real, cómo va la cosa. Los periodistas que fueron privados del servicio ya no tendrían que preguntarle a la competencia. Bastaría con que llamaran a sus casas.

(N. de la R.: texto escrito el 2004)

LA LENGUA ORIGINAL

      Un astrónomo brasileño, que preparaba un informe sobre sus observaciones de galaxias a través del enorme telescopio, le pidió a un colega norteamericano que leyera su trabajo antes de presentarlo. Quería oír sus comentarios profesionales y obtuvo uno solo: «un paper redactado en portugués será un chiste para la comunidad científica. ¡Cámbialo!»
      Cuando escuché el diálogo, yo trabajaba para ese observatorio. El hecho de oírlo me dio ira, porque era el colmo de la soberbia gringa. Pero, pasado el tiempo, le encuentro sentido al áspero consejo. La ciencia seria se estandarizó en inglés, por lo que presentar hoy un paper en otro idioma no lo tomarían en cuenta. Eso está ocurriendo también en otras actividades humanas, como el comercio. El más claro ejemplo: la lengua oficial de la APEC es el inglés. No es que los otros idiomas no sean válidos. Se trata simplemente de un ordenamiento necesario, para que el mundo global funcione y no sea una torre de Babel. Esa es mi explicación.
       Estas razones cambiarán a nuestro país, el que se dividirá en dos mundos. Por un lado estarán los chilenos que lean, escriban y hablen en inglés y por otro, los que no. Ya hay actividades en que la exigencia es inevitable: recepcionistas, guías turísticos, meseros de restaurantes, taxistas, sastres, modistas, dependientes de lugares de arriendo de vehículos, peluqueros, personal de museos, de sitios típicos, fotógrafos callejeros, vendedores de multitiendas, gente de pubs, acomodadores de cines, etc. Y el abanico se seguirá expandiendo.
     En el futuro, nuestro querido castellano nos servirá para vivir nuestra nacionalidad, con nuestras familias, conversar, hacer recuerdos, planear viajes, hablar de comidas. Pero, para sobrevivir en la selva competitiva, deberemos servirnos del inglés. Quién sabe si dentro de apenas veinte años, Chile sea un país bilingüe con predominio anglo. Por esta nueva realidad hoy recuerdo, lo absurdo que fue en mis tiempos de universidad que se haya suprimido ese idioma de la malla curricular de Periodismo. A modo de explicación se nos dijo, entonces que la Universidad no impartiría nunca más la enseñanza de la lengua imperialista.

TU CREDIBILIDAD, TU CAPITAL MÁS VALIOSO

Dan Rather.
   He seguido, con interés profesional, la trayectoria del periodista norteamericano Dan Rather, quien fuera hombre ancla del noticiario de la cadena CBS. Recuerdo su postura desafiante como reportero joven ante las vacas sagradas del periodismo durante los años setenta. Rather encarnaba entonces la savia juvenil y era admirado por su valor. Tal fue su fuerza que destronó de la presentación de noticias al hombre de mayor credibilidad en Estados Unidos: Walter Cronkite.
    La transición de un conductor senior a uno junior, fue traumática en CBS. Junto con ganar el forcejeo, Rather heredó la credibilidad. Hoy cuando tiene 73 años, deja la titularidad y abre las puertas a posibles cambios profundos en el exitoso noticiario de CBS. Lo amargo para él, un reportero de una experiencia sin igual, es que deja su cargo por haber empañado su credibilidad.
      En la última campaña presidencial, Rather investigó y preparó un reportaje denuncia sobre el pasado supuestamente complicado del Presidente Bush (hijo) en la Guardia Nacional. Los republicanos exigieron a CBS que el periodista exhibiera los documentos en los que se basaba. Pero, lamentablemente para Rather, se probó que los antecedentes no eran del todo verídicos por lo que él mismo comunicó su retiro. Sobre este episodio se filmó una película muy exitosa: «La Verdad».
     El último trabajo notable de Rather fue su entrevista en Bagdad a Sadam Hussein tres días antes del inicio de la guerra. Fue un encuentro en uno de los palacios del dictador, en donde Rather preguntaba con humildad pero al mismo tiempo con firmeza al hombre más poderoso del medio oriente. Recuerdo una pregunta clave: «¿Cómo se ve usted en diez años más, señor presidente?». Respuesta: «Estaré aquí mismo, como presidente».
    Ni Sadam ni Rather están ya en sus mismas posiciones, Saddam subió al cadalso hace rato y Rather tuvo que abandonar la TV.
    Lo interesante del caso es el valor de la credibilidad del periodista y de un conductor de noticias.

(Escrito el 2004)

Monday, June 18, 2007

RESCATANDO LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL


      Físicos de la NASA se esmeran en rescatar el material solar contenido en las pequeñas celdas de la cápsula espacial Génesis, que se estrelló la semana anterior al fallar la apertura de su paracaídas cuando regresaba a la tierra.
    Las celdas recuperadas y no dañadas se llevaron a los laboratorios, donde con gran cuidado, los científicos tratarán de abrirlas para obtener su precioso contenido: puñados de átomos brillantes que escaparon de la corona del sol y que en su conjunto no pesan más de 20 microgramos.
        Según se informa, esa minúscula porción tiene el aspecto de diminutos granitos de sal.
       Génesis salió al espacio para cumplir esa tarea el 2001. Avanzó apenas un centésimo de la distancia porque acercarse más era riesgoso, si se tiene en cuenta que en la superficie del sol los termómetros marcarían seis mil grados. En órbita y fuera de toda interferencia, abrió sus celdillas construidas de oro, diamante y otros materiales preciosos para recoger algo todavía más valioso: una pizca de sol.
   Esta historia me recordó el maravillo cuento Las Doradas Manzanas del Sol, de Ray Bradbury. En la ficción, un cohete inicia un viaje a la superficie del astro rey, para recoger una muestra de su ardiente material. Antes de salir, los astronautas de aquella nave, llamada Copa de Oro, cargaron dos mil limonadas y mil botellas de cerveza en los refrigeradores de nave para mitigar el calor. Sólo así pudieron cumplir la misión y volver con un pedacito de sol guardado en una copa sellada. Recuerdo la curiosa orden del capitán en el despegue desde la tierra: «¡Al sur! ¿Por qué? Porque cuando uno vuela hacia la luz amarilla del mediodía y hacia la pereza, no hay otra dirección», añade el relato.
   Lo que hoy están haciendo los científicos es recuperar las muestras de Génesis. Dicen que al estudiar aquellos novedosos átomos, podrán triangular información y conocer más acerca del origen del sistema solar y de la vida. ¿Para eso gastaron 260 millones de dólares?. Para mí que sólo querían darse un gusto: acariciar las doradas manzanas del sol.

(N. de la R.: texto escrito el 2004)

LA FEROZ QUEMADURA DE LA MEDUSA


       Leo en la enciclopedia Hispánica que el contacto fortuito con una medusa al nadar, produce una irritación en la piel. Deduzco que el especialista que hace esta descripción tan ingenua es un tipo que no conoce a esos animales, porque conocer es tocar.
Medusa, Caravaggio, museo Ufizzi, Florencia, Italia.
(Foto, Nelson Palma Jr.)
   Recostado sobre una tabla me deslizaba en el lomo de una ola rompiente, sin percatarme que debajo iba enredada una medusa. Como el animal es transparente dado que su cuerpo es agua en un 95 por ciento, no es fácil verlo contra el fondo verde oscuro del mar. Ajeno a su presencia y al terminar mi recorrido en la orilla, me levanté. Fue en ese instante cuando sentí algo así como el azote de una lámina de hierro al rojo vivo contra mi muslo derecho. Di un grito por la sorpresiva quemadura en medio del agua helada. Quejándome y con mi pierna a la rastra me fui a la arena seca, donde en vano traté de aplacar el ardor y la angustia con toallas mojadas.
      Me tuvieron que llevar a una posta donde me limpiaron la zona enrojecida y me suministraron un calmante. No es pura irritación, como dice Hispánica, ¡es quemarse con agua hirviendo!
    Estos invertebrados semi invisibles inyectan venenos en la piel, a través de espinas diminutas. Así cazan peces y otras especies. Sus víctimas se paralizan. Con sus tentáculos, la medusa lleva a sus presas a una cavidad bucal debajo de la umbrella, esa estructura con forma de hongo, donde las devora.
    Los biólogos dieron en el clavo al bautizar a estos animales con el nombre de uno de los seres más temibles de la mitología. Los griegos contaban que la medusa (foto de escultura) tenía serpientes venenosas en lugar de cabellos, y que quien la mirara se convertía en piedra, o sea, quedaba paralizado. A esa medusa maldita la mató Perseo, observándola a través del espejo de su escudo para poder golpearla. Pero, cuidado bañistas, porque no hay Perseos en la playa.
(N. de la R.: texto escrito el 2004)

¿EL TERRORISTA CARLOS ESTUVO EN HUALPÉN?

            Salvador, mi colega reportero de entonces en Concepción, colgó el teléfono. Estaba pálido de nervios y de emoción. Me dijo con voz trémula: «Me llamaron para decirme que acaban de ver a Carlos (foto 1), en persona. Está en Talcahuano. Llegó sin aviso y en este momento va a una reunión clandestina con dirigentes de tomas ilegales en Hualpencillo. Me voy a reportear. Tengo que entrevistarlo». Se puso su chaqueta, le gritó a Machuca, el fotógrafo, para que lo siguiera y ambos salieron corriendo. Este episodio ocurrió en 1970, en el Diario Color, hoy desaparecido. Eso equivaldría en el presente a: «vieron a Osama Bin Laden en Penco...»
                A la sazón, Carlos era el terrorista más temido del mundo, el más buscado por las policías. El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, Carlos, cargaba numerosos crímenes a la espalda, secuestros de aviones, atentados con bombas y baleos a inocentes. Era como James Bond, con licencia para matar. Aparecía como un fantasma y para nada bueno, en cualquier parte de la tierra. ¿Por qué no, entonces en Hualpencillo (hoy Hualpén) si tenía pasaporte chileno falsificado con el número 035857?
David Yallop, escritor británico, fallecido
el 2018 a los 81 años.
            Temido y odiado, sin embargo era tratado como rey por los gobiernos a los que servía. Pese a sus crímenes, nunca lo detuvieron, hasta que en Sudán terminaron sus años de gloria. Las autoridades de ese país africano, que eran sus amigos y le brindaban protección, le pegaron la desconocida. La madrugada del 15 de agosto de 1994, su propia escolta policial lo detuvo, lo llevó al aeropuerto de Jartum y lo entregó a agentes franceses encubiertos, quienes lo secuestraron y lo condujeron a Francia. Ramírez Sánchez pertenecía a una organización llamada “El Brazo Armado de la Revolución Árabe” que reconocía alero bajo la Organización para la Liberación de Palestina, OLP.
                  Su pandilla operaba en el Medio Oriente, con base en Beirut. Allí conoció a Yasser Arafat. Pero, Carlos interactuó más con Abú Nidal, Habash y Haddad, guerrilleros palestinos que ya no existen. Los servicios de inteligencia de occidente apodaron a Ramírez Sánchez el Chacal. El escritor e investigador británico David Yallop sostiene que por «la desinformación y el mito de los medios de comunicación, este criminal se convirtió en un asesino descarado. Los gobiernos le daban privilegios porque le tenían miedo. Carlos se creyó el mito y la prensa mundial fabricó a este antihéroe».
            Yallop llegó a la convicción que todo aquel ejercicio de desinformación y el invento del personaje se montó en Siria para destruir a Arafat ante su pueblo y ante el mundo árabe, propósito que, por cierto, nunca consiguió. El destino quiso que ambos terminaran sus días en París, Arafat murió en un hospital militar francés y Carlos (foto 2) permanece condenado a perpetuidad en la prisión de La Santé, por la serie de atentados con bombas y secuestros, pero principalmente por haber asesinado a dos policías franceses.
             Aquella tarde de 1970 en Concepción, a la que me refería al inicio, mi amigo Salvador regresó al diario con las manos vacías, frustrado, después de haber recorrido toda la barriada de Hualpén a la siga de Carlos. Si verdaderamente el Chacal estuvo allí no dejó ninguna pista, ni ningún dirigente de tomas de esos años habló del asunto, hasta este momento.

(N. de la R.: texto escrito el 2004)

UNA DEUDA CON EL AVIADOR LUIS ACEVEDO

El piloto Luis Acevedo junto a su Bleriot. Año 1913.
     Crucé a pie el puente Llacolén sobre el Bío Bío porque quería ver el potrero desde donde despegó el Bleriot de Luis Alberto Acevedo en el que fue su último vuelo. Suponía que desde ese punto podría imaginar la trayectoria que siguió el avión volando primero sobre el río, pasando cerca del cerro Chepe y girando hacia el sur, en un intento del piloto por volver al potrero en vista de los problemas surgidos por el exceso de carga. El Bleriot cayó “de espaldas” en el rio, cerca de La Mochita, donde la profundidad se medía apenas en centímetros. Pero fue suficiente para matar al tripulante de 1.90 m de estatura.
      Cuando llegué al cabezal del puente, que toca a la comuna de San Pedro de la Paz, me detuve y comencé a buscar con la mirada, pero sin suerte, el lugar escogido por Acevedo para iniciar su aventura. Una población se levanta hoy en la antigua pista que recorrió el Bleriot entre la laguna y el río.
      Acevedo quería ser el primer aviador en volar sin escalas entre Concepción y Santiago. Para conseguirlo, agregó a su avión dos estanques, uno de combustible y otro de aceite. Pero, las modificaciones excedieron el peso y alteraron la estiba del avión. En un primer intento el Bleriot no alcanzó la potencia necesaria y hubo que cambiar la hélice para poder levantar vuelo. Era pasado el mediodía de ese 13 de abril de 1913. Miles de penquistas observaron el despegue con alegría y con horror presenciaron el desenlace, momentos después. El frágil avión se sostuvo en el aire por 5 minutos. Acevedo quiso intentar un aterrizaje de emergencia, pero no alcanzó a salir de la zona del río y una ráfaga lo lanzó contra el cauce. Su esposa lo había despedido en el potrero.
     Concepción se volcó a las calles para el funeral y en Santiago, las exequias fueron apoteósicas. Luis Acevedo tenía 28 años. En la ciudad penquista, una plaza honra su nombre. Pero, en San Pedro de la Paz, parado ahí, yo al final del puente y aterido por el frío de esa tarde, eché de menos un monumento que recordara como se merece a este valiente.
(N. de la R.: este artículo lo escribí el 2004)

Friday, June 01, 2007

LAS CONSECUENCIA DE UN DERRAME DE PETRÓLEO

Esta foto, en que se observan las siluetas de mi hijo y mía, en la playa de Lenga, es posible divisar a la derecha, el muelle de Enap Bío Bío. La imagen la captó Patricia.)

        En un reciente viaje a Talcahuano, visitamos con mi hijo y su señora, la caleta Lenga, distante siete kilómetros al sur de ese puerto y situada en el último rincón de la bahía de San Vicente. El camino de pavimento presenta a la derecha el mar quieto por el resguardo de los cerros y a la izquierda, dunas con pinos, humedales llenos de junquillos, aves nativas y casas de trabajadores agrícolas en la distancia.
     El viaje a Lenga remata en un estrecho puente de madera que cruza el estuario del mismo nombre. Vimos desde arriba cómo el mar entraba en los humedales inundando espacios que durante las horas de baja marea, quedaban a la intemperie. Desde ese punto, hay que regresar. Apenas unos metros más al norte, existe una parada «obligada» ─los restauranes del lugar─, para bajarse del auto a probar machas, tortillas de rescoldo o empanadas de mariscos y para entibiarse junto a los hornos de barro.
    Al abrigo de esos hornos, con una tortilla en una mano y en la otra una sarta de machas, miré hacia el mar gris de un día frío y nublado, pero bello. La vista detectó a la distancia un largo muelle, al final del cual era posible ver enormes barcos tanqueros que descargaban petróleo.
    Ese viaje a Lenga fue premonitorio. Sin haber intuido siquiera, dos días después de mi visita, un derrame de 400 metros cúbicos de crudo, trajo la desolación a la plácida playa. Falla en los ductos de Enap Bío Bío causaron la tragedia de la vida silvestre y de la microeconomía de esos restaurantes que viven del turismo.
    Afortunadamente la reacción de la empresa y de la Armada para controlar la situación, dio frutos, no sin antes haber provocado una mortandad de especies que estaban en su hábitat. Es en estas situaciones cuando surge la pregunta de si se respeta de verdad un concepto de moda: la responsabilidad social empresarial. ¿Se preocupó Enap de velar por el buen mantenimiento de sus instalaciones?, ¿Qué hacían sus profesionales y técnicos, que reciben muy buenos suelos? No tengo respuesta.
     Esta negligencia no afectó a la empresa, golpeó a los actores más frágiles: los pescadores artesanales y la vida silvestre. El gobierno tampoco se ha preocupado de exigir que se cumplan las reglas establecidas y acordadas en Talcahuano para preservar el fino encanto de Lenga y el delicado ecosistema de la bahía de San Vicente. Así de cierto. No hay sensibilidad.




(Las dos fotos al pie del texto son de Sur Urbano y muestran el impacto del derrame.)