Sunday, May 13, 2018

LA QUINTA ESTACIÓN DEL AÑO


          La antigua cultura agrícola de Europa dividía el año en cinco estaciones, no en cuatro como ahora. No se trata de buscar la quinta pata del gato, sino simplemente extrapolar por qué las tareas de labranza implicaban una estación número cinco. La literatura de esos años, hablamos del siglo XVI, incluye como normal la división de los doce meses por cinco y no por cuatro.
         En el libro El Quijote de la Mancha se hace mención en dos oportunidades, dentro de su segunda parte, a este curioso asunto.
       Pero, ¿cuáles eran las estaciones del año según esa usanza? Veamos: Otoño, invierno, primavera, verano y estío.
       Según la literatura el verano llegaría un poco más temprano para dejar tiempo al estío, antes de la caída del otoño. Si sacáramos cuentas, el breve período estival se ubicaría desde mediados de enero hasta comienzos de marzo. Así, seguramente el verano empezaría a inicios de diciembre.
       Este uso, tan curioso a nuestro entender, tenía por fin, con seguridad, separar los menesteres de la labranzas y la agricultura y no se refería a con los cambios causados en las condiciones atmosféricas por los solsticios y los equinoccios de la traslación de la Tierra.  Hoy en día el diccionario de la RAE define a estío como sinónimo de verano.