Monday, March 19, 2007

LOS PUERTOS DEL PLANETA MARTE


Las distintas visiones que hemos tenido del planeta Marte, en menos de un siglo, nos dan el mejor referente de las profundas diferencias que pueden existir entre un sueño y la realidad. A través del telescopio, los científicos creyeron ver gigantescas líneas en la superficie marciana, que unían –aparentemente—grandes mares y lagos. Esas líneas oscuras y borrosas fueron interpretadas entonces como una red de canales. Por lo que, durante un largo período, a Marte se le conoció también como el planeta de los canales.

En la década de 1920, el artista norteamericano, John Cameron, se inspiró en esos relatos vagos de la ciencia para interpretar una escena marciana, como lo muestra la primera fotografía que acompaña a este texto. Allí se observan los canales que unían océanos y lagos a través de desoladas estepas. Los marcianos utilizaban dichos cursos de agua para ir de un punto a otro del planeta. Aquí vemos un puerto muy importante donde decenas de viajeros esperan tomar sus naves para dirigirse a su punto de destino. En la distancia se pueden ver otros dos puertos importantes y los canales, perdiéndose en el horizonte. Este era el sueño, la visión artística de una ordenada sociedad marciana, desarrollada y moderna.

Sin embargo, la hipótesis de los canales se derrumbó en 1964 con las primeras fotografías que envió una sonda espacial. Aquellas imágenes captadas desde unos siete kilómetros de altura mostraron sólo una superficie irregular llena de cráteres, depresiones, llanuras y montañas. Canales no había por ninguna parte. Esa era la verdad.

La realidad está expresada aquí en foto tomada por un robot desde el suelo de Marte y enviada a la tierra el 2004. Se aprecia el suelo desértico y yermo de un planeta rodeado de una atmósfera anaranjada e irrespirable para el ser humano o para cualquier ser viviente de los conocidos.

Como nos gustar soñar, es que quisiéramos los canales y los modernos puertos marcianos descritos por el artista. Pero, la dura realidad es la otra, la que debemos enfrentar.

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