Científicos de la NASA anuncian haber descubierto agua en estado líquido en el planeta Marte. La presencia de ese recurso en esa condición es un antecedente que nos conduce a pensar de inmediato en que también podrían hallar alguna forma de vida elemental.
La noticia me sorprendió, como me hubiera sorprendido en otros tiempos, cuando yo soñaba con las Crónicas Marcianas o Las Doradas Manzanas del Sol, de mi poeta norteamericano predilecto: Ray Bradbury. Sólo que esta vez, la sorpresa me duró muy poco.
Yo diría que me asombré por no más de veinte segundos. ¿Por qué si es una noticia tan sobresaliente? Porque, antes de compenetrarme en los detalles, miré el contexto.
¿No le parece curioso a usted que esta tremenda noticia salga a la luz, justo ahora, con todos los líos que tiene el gobierno de la Casa Blanca?
Pensemos: el presidente George W. Bush debió cambiar a su ministro de defensa, Ronald Rumfeld por Robert Gates, a raíz de su derrota política en las últimas elecciones. Gates dijo ayer ante los senadores que aprobaron su designación, que Estados Unidos estaba perdiendo la guerra en Irak. Y lo dijo casi en el mismo momento en que el mandatario afirmaba que la estaban ganando. Una gruesa contradicción de fondo.
Y para agravar aún más las cosas, en esta debacle surge en la palestra un equipo de especialistas que recomienda a la administración una retirada militar gradual de Irak.
Ése es el contexto en que se ha dado la noticia del agua en Marte. La sorpresa tiene, según mi modesto punto de vista, el propósito de ponerle paños fríos al grave problema que enfrenta la administración. Encontrar agua líquida en Marte hoy es sospechoso, porque creo que lo sabían de antes y esperaron el momento para lanzar la “bomba”.
Por eso después de los dos títulos de Bradbury que recordé en primer momento al leer lo del agua, se me vino a la mente otro título del mismo autor, cuando intuí las intenciones políticas detrás del anuncio: Remedio para Melancólicos.
No comments:
Post a Comment