La pintura de Pablo Picasso «El Sueño», que aparece arriba, es la obra más cara de este artista español. Se vendió en 155 millones de dólares. Mucho dinero. La firma del célebre pintor, muerto a los 92 años, en 1973, apenas se distingue en la base izquierda de la obra. Quien compró debe tener este original bajo siete llaves.
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| Picasso |
«Un momento, ¿es ése un original?», pregunta el filósofo francés Jacques Derrida, muerto en 2004.
«Sí, lo es, cuál otro más», le responde una persona incrédula por la duda planteada. En cierto modo, una copia fiel, exactamente igual apenas podría costar unos quince mil pesos chilenos, con suerte unos veinte mil.
Teniendo en cuenta lo anterior, Derrida lanza una pregunta quemante: «¿Cómo es posible tan enorme diferencia entre dos cuadros idénticos?»
Teniendo en cuenta lo anterior, Derrida lanza una pregunta quemante: «¿Cómo es posible tan enorme diferencia entre dos cuadros idénticos?»
«Bueno, es que el primero es el original», insiste quien responde.
«Pero, si eso es casi imposible saberlo, porque la segunda tela es infinitamente igual»", responde el filósofo.
«Es que es la firma», añade molesto quien responde.
«No, no hay un original, todas son copias», arremete con esta frase demoledora el pensador francés.
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| Derrida, 1998. |
«Pero, por favor, si la firma es auténtica, original», responde el otro.
«Yo estoy convencido que no, esa firma, de la que me habla no es original» dice categórico Derrida con un enigmático brillo en sus ojos.
«¿Y entonces qué es, dónde está el original?», pregunta el otro para zanjar el asunto de una vez por todas.
Derrida lo mira con una sonrisa y le dice algo que sólo él podría aseverar: «Esa firma es una ilusión, no es el original, es una copia de la mano del artista»...
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