Farkas era la sensación. El público quería verlo, los que estaban lejos tenían que conformarse con oírlo. El ídolo poseía grandes talentos. Farkas era un tipo inspirador, su presencia irradiaba una magia cautivadora.
Desde muy joven descubrió sus habilidades para el fútbol y pronto lo matriculó el Vasas, el poderoso club húngaro, cuando el fútbol de Europa del Este irradiaba una tremenda imagen en esta parte del mundo.
Farkas estuvo en Chile para el mundial de 1962, oportunidad en que deslumbró por la calidad de su fútbol. Rápido, inteligente, agresivo, tales eran en líneas generales sus mejores virtudes. El fútbol húngaro era entretenido y lleno de sorpresas. En Chile la prensa hablaba del estilo húngaro y a muchos futbolistas locales les gustaba y calzaba el apelativo de húngaro.
János Farkas (foto) nació el 27 de marzo de 1942, por lo que a la fecha tiene 67 años. Su nombre está grabado en distintos lugares del mundo, hecho que refleja la calidad y el halo de estrella del jugador.
Seis años después del mundial, en 1968, en Talcahuano se creó un club deportivo y social que lleva por nombre János Farkas. Su imagen había calado hondo entre admiradores chilenos y un porteño lo propuso para ese club y como un homenaje al astro húngaro.
El año pasado los choreros celebraron los 40 años de fundación de club Janos Farkas, todo un baluarte en Talcahuano.
El ex jugador fue un auténtico astro, un Farkas modesto, talentoso y nada de extravagante.
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