EL RIESGO DE LA BELLEZA

LAS TRES GRACIAS, Antonio Canova, 1815.

 

                    León Tolstoi, citado por Boris Pásternak en su novela El Dr. Zivago, dice que cuanto más perseguimos la belleza, más nos alejamos del bien. Algo de lo mismo hay en «Las Confesiones» de San Agustín, quien dice haberse dado cuenta, de pronto, que iba a la iglesia más para escuchar los himnos y los cánticos que por el propósito central: la debida comunicación con Dios. Menos música y más oración. Y redondeamos esta idea de la belleza versus el bien citando a Aristóteles. En su Ética a Nicómaco el filósofo afirma: «La mayoría se engaña, según parece, a causa del placer, que simula ser un bien sin serlo».

EL BUEY

 

                    En los albores las letras eran dibujos. Los egipcios representaron la A con el dibujo de una cabeza de buey. Después los escribas proto-semitas simplificaron el dibujo, primer paso hacia la convencionalización. La cabeza de buey derivó a la escritura fenicia, madre de todos los alfabetos. La primera letra fenicia fue alef = buey. La dejaron en 3 líneas entrecruzadas. Los griegos aprendieron de los fenicios. A alef la llamaron alfa y enderezaron el dibujo. Los etruscos aprendieron de los griegos y después los romanos copiaron a los etruscos. Los pragmáticos romanos denominaron a alfa con su sonido A. Así la cabeza de buey se tomó miles de años antes de convertirse en nuestra la A que aprendimos de niños.

DESPUÉS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

HÉCTOR PASTÉN, matemático. (Foto radio Biobío).

                    Héctor Pastén es un brillante matemático e investigador chileno de 28 años, oriundo de La Unión. Tiene dos doctorados, uno en la Universidad de Concepción y otro en Canadá. Si hasta su apellido suena matemático: Pastén (en inglés sería past-ten, que significa después de diez). Su acierto más publicitado, resolvió el problema de Mahler y Chowla sobre números primos que permanecía sin respuesta desde hacía casi un siglo.

                    Vi una entrevista suya en internet en la que habló sobre la inteligencia artificial (IA). Pastén aclaró dudas sobre esta herramienta, pero lo más importante, dio a conocer los avances en otro sistema computacional de apoyo que no es IA. Dijo: «El otro de estos apoyos está más en segundo plano por el momento, que la IA. Se trata de la llamada Verificación de Demostraciones Asistidas, que está en pañales, en pleno desarrollo. Este sistema computacional permite verificar si un artículo está correcto o no. Para usarlo se procede de la siguiente manera: Se alimenta el sitema computacional con los contenidos que están en los libros, en la literatura. Así el sistema "aprende" esa materia. Después a este programa se le entrega el artículo y la máquina recorre paso a paso el texto para ver si el artículo está correcto. Si presenta errores, me dice dónde está el error y en ocasiones incluso puede corregirlo. En cambio la IA no demuestra teoremas sólo permite detectar patrones e indica o sugiere por dónde debería continuar una investigación, nada más.»