Wednesday, December 26, 2007

DESPUÉS DE LAS VEGAS NO HAY POR QUÉ IR A EGIPTO


  He visitado las pirámides en Egipto, fotografié a la Esfinge y conocí el río Nilo.
     También he estado en  la ciudad norteamericana de Las Vegas, donde se levanta el fastuoso hotel Luxor. El recinto está inspirado, en toda su fisonomía, en íconos del Egipto antiguo, el que obviamente tiene forma de una pirámide, incluye a una esfinge gigante y a un río Nilo, bajo techo.
      Lo sorprendente es que los gringos reunieron imitaciones de todos los atractivos históricos y arqueológicos del viejo Egipto en un solo lugar, en el subsuelo del hotel Luxor.
     Fue así que, sorprendido, compré un ticket para un «viaje milenario a través de la historia egipcia».
     Vaya sorpresa, me condujeron junto a otras personas que también habían pagado el «tour» a un embarcadero subterráneo. Allí abordamos una nave antigua, construida en madera, que flotaba en un canal, que equivalía, según el cuento, al río Nilo.
       En la proa del barco se ubicó un guía que comenzó a narrarnos con gran autoridad y acabado conocimiento, la historia de Egipto. Mientras el barco avanzaba por el canal, otra sorpresa: en las riberas estaban el desierto egipcio, las ruinas, los templos y antiguos palacios, Luxor y las colosales estatuas de Abu Sim Bel. Luego de navegar unos 30 minutos, terminó la gira turística. Descendimos, todos perfectamente ilustrados y conmovidos por lo vivificante del glorioso pasado de los faraones. A esas alturas, ya muchos turistas yankis debieron creer que estuvieron realmente en África y que, por tanto, no valía la pena a ir a ver lo auténtico.
      Los especialistas en comunicaciones llaman hiperrealidad a esto que vi en Las Vegas, que no es otra cosa que un bálsamo de la realidad o ─si usted quiere─, una entretenida mentira.
     Entonces, como una forma de castigar esta falacia, leo que la autoridad egipcia anunció que cobrará derechos por el uso comercial de sus imágenes, de sus símbolos y de su historia. Sólo de esa manera el estado egipcio espera recibir parte de lo que le corresponde de los millones de dólares que se embolsican algunos empresarios gringos copiando y resumiendo una fabulosa realidad que no les pertenece. Claro, eso sí, que quienes compran el «tour», como fue mi caso, saben que se trata de una humorada. ¿Alguien podría tomarlo en serio?... a menos que un gringo sea muy gringo.

Friday, December 21, 2007

EL PORTAL DEL VERANO 2008

        Esta delicada enredadera de mi balcón desplegó sus flores blancas y así se veía minutos después de las 7 de la mañana, del 21 de diciembre de 2007. Así se presentó ella para saludar con su suave reverencia la llegada del Verano, mientras las calles estaban mudas y los árboles quietos.
          De este modo, según mi percepción, se inició el Estío 2008. Amigo lector o amiga lectora, lo invito o la invito a que juguemos a que éste es el portal del Verano. Si hiciéramos click en la imagen obtendríamos las siguientes sensaciones:
       Sentiríamos la brisa fresca de la mañana, el aroma de duraznos, manzanas maduras y ciruelas agrias, el rumor de las olas en una playa en día diáfano, el crepitar de fuegos artificiales, el canto de un chucao escondido y camuflado en la espesura, el sabor de un helado de arándanos o una copa fría de vino blanco con frutillas picadas, una mujer bella caminando por la calle, un pitscher de chela recién servido a la mesa.
     Por todo eso, sepan que me levanté temprano nada más que para ver la llegada del Verano.

Monday, December 17, 2007

UN EXPERIENCIA QUE PODRÍA SERVIR


Eugenio Heiremans  (QEPD), ex presidente de la 
Asociación Chilena de Seguridad.

        ¿Vale la pena oír la voz de la experiencia? A veces sí cuando el discurso es creíble. Los consejos de personas con muchos años de recorrido y con pruebas concretas de su trabajo suelen ser no tan difíciles de seguir. Pero, es importante que la experiencia sea veraz, y quien otorga la veracidad es la persona que oye.

Friday, December 14, 2007

UN PINO DE NAVIDAD PARA ALTA MAR


     Heiner Pehmoeller, vestido como viejo pascuero, lanza con fuerza un árbol de Navidad sobre la cubierta de un barco en Hamburgo, Alemania. En este puerto, todos los años se distribuyen pinos de pascua entre las motonaves que cargan y descargan productos. La idea es ayudar a que las tripulaciones internacionales puedan celebrar la fiesta de Navidad en alta mar, lejos de casa.


(Foto de Roland Maguina, agencia AFP, Getty Images)